Si los colombianos no acatan seriamente la cuarentena, el sistema de salud sufrirá una presión inédita. Serán horas oscuras y los mandatarios locales lo saben, por lo que tratan de poner a punto –hasta donde pueden– el sistema de salud. Hay dos frentes esenciales, los equipos necesarios en hospitales de alta complejidad: respiradores mecánicos y camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Y por otro lado, fortalecer el personal idóneo para atender a los pacientes, con especialidades específicas y escasas: intensivistas, neumólogos, internistas. Un equipo que, por muy preparado que esté, nunca ha enfrentado una pandemia como esta. Los expertos calculan que si Colombia llega a la rapidez de contagio que alcanzaron Italia y España, donde las cifras se duplicaban cada 2,5 días, el sistema de salud colapsaría en 15 días. Así va esta carrera contra el tiempo.
Bogotá La principal preocupación está en los respiradores artificiales. La ciudad cuenta con 1.000 de ellos, lo que equivale a 1.000 camas de UCI dotadas completamente. Y ya buscan otras 4.000 más. En total, Bogotá tiene 11.000 camas hospitalarias para otros pacientes que no necesiten respiradores.
La red pública hospitalaria, conformada por 22 hospitales, se encuentra en estado de alerta ante la llegada masiva de pacientes prevista para las próximas semanas. Como no darán abasto, avanza la habilitación de Corferias y el hotel Tequendama para recibir a pacientes menos graves y dejar las camas de UCI para quienes lo necesiten. Los hospitales privados, que representan el 60 por ciento de la oferta, trabajan coordinadamente con el distrito. La ciudad está reprogramando cirugías no urgentes y terminando los procesos de simulaciones matemáticas para ver los escenarios que vienen.
Medellín La capital paisa tiene la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y centros médicos como el Hospital San Vicente Fundación, el Hospital Pablo Tobón Uribe, la IPS Universitaria y el Hospital General. Además cuenta con un engranaje bien aceitado que coordina la empresa privada con el Estado. El alcalde Daniel Quintero nombró en los últimos días a un gerente de expansión, encargado de ampliar la red hospitalaria. Tiene la misión de lograr acuerdos y donaciones de la empresa privada. Medellín en un día normal tiene entre 36 y 68 camas de cuidados intensivos disponibles, y espera sumar en los próximos días unas 200 camas.
Quintero utilizará una clínica abandonada que perteneció a Saludcoop. Así lograría 400 camas adicionales de UCI. “Entre la red privada y pública es muy probable que podamos llegar a las 1.000 camas, pero somos conscientes de que necesitamos más personal, así que por eso también tenemos un gerente de personal, quien tiene la misión de formar en tiempo récord a muchos profesionales, entre ellos contemplamos estudiantes a punto de graduar y residentes”. El alcalde, hasta el momento, guarda una última carta: acondicionar el centro de eventos Plaza Mayor como un hospital. Cali El plan de la capital del Valle ha tenido tres fases. La primera, explica Miyerlandi Torres, secretaria de Salud, consistió en descongestionar centros de salud. Desde el primer caso confirmado, ordenaron la salida de los pacientes que no requerían realmente la hospitalización, lo que permitió desocupar el 10 por ciento de las camas de UCI. “También decidimos instalar pretriage en urgencias para detectar posibles casos”, cuenta.
En la segunda fase del plan, las IPS deben destinar un amplio espacio para adecuar zonas exclusivas de atención de pacientes con coronavirus. “Con esto esperamos tener una ampliación de 300 camas como disponibilidad hospitalaria de baja y mediana complejidad”, dijo la funcionaria. Además, ya fue entregada la IPS Saludcoop, que tiene 90 camas exclusivas para estos pacientes. Para la fase tres cotizan varios hoteles en la ciudad para adaptarlos como sitios de tratamiento para pacientes que no requieren hospitalización. “Los hoteles ya tienen camas, restaurantes y otras zonas. Nos quedaría más fácil solo poner médicos”, agrega Torres. Como plan de emergencia contemplan acondicionar el coliseo El Pueblo y las Canchas Panamericanas.
Santander Este departamento cuenta con 375 camas de UCI. Ante la emergencia, la Gobernación busca ampliar su capacidad pública. Sin embargo, el secretario de Salud, Javier Villamizar, dice que para eso le solicitaron al Gobierno nacional 80.000 millones de pesos adicionales. La Gobernación, por el momento, ha dispuesto 3.000 millones. Para el Hospital Universitario de Santander tienen proyectadas 110 camas adicionales para casos moderados y críticos. Además, instalaron cuatro carpas médicas de aislamiento en el parqueadero del hospital que servirán para atender a pacientes sintomáticos respiratorios. En el Hospital Materno Infantil de Floridablanca –recién construido– hay una capacidad de expansión de 140 camas, de las cuales 40 están instaladas. Para el futuro, van a habilitar la sede de la Universidad Industrial de Santander en Floridablanca, de 13.000 metros cuadrados, en donde caben 500 camas para campamento hospitalario. Según la Gobernación, analizan otras alternativas en Neomundo, Cenfer y el centro de convenciones G12 (de la iglesia Misión Carismática). “Se está revisando la oferta de camas de IPS privadas. Necesitamos que el Ministerio de Salud dé lineamientos sobre el rol de los privados en la pandemia, para articular”, explicó el secretario de Salud. En Santander preocupan en particular la dotación y los elementos de bioseguridad para el personal de salud, cada vez más escasos y costosos. “No hay suficientes kits para todo el departamento”, asegura Nancy Cañón, directora ejecutiva de la Asociación de Empresas Sociales del Estado del Nororiente Colombiano.
Barranquilla La capital del Atlántico tendría los mejores recursos para atender la pandemia. Sin embargo, también tiene la mayor concentración poblacional, lo que la exigiría al máximo. La ciudad cuenta con 489 camas de UCI, pero muchas son usadas por pacientes de los otros 21 municipios del departamento, o de toda la región Caribe. Para su plan de contingencia, la capital del Atlántico anunció un primer anillo de atención para tratar a los pacientes que lleguen en condición crítica y no puedan ser atendidos en clínicas. Consiste en las 130 camas del Camino Universitario Distrital Adelita de Char y las 56 disponibles en el Camino Ciudadela 20 de Julio. Además, la adecuación del centro de eventos Puerta de Oro como un hospital de campaña con 600 camas. En caso de ser necesario, también habilitarían el coliseo Elías Chegwin (200 camas), el coliseo Sugar Baby Rojas y tres hoteles voluntarios. La gobernadora Elsa Noguera anunció que en menos de una semana abrirá sus puertas el Hospital Universitario Cari E. S. E., con 240 camas, de las cuales 180 serán destinadas para hospitalización y las otras 60 para cuidados intensivos.