El jeje de la delegación del Gobierno, en la mesa de conversaciones, recordó en un mensaje dirigido a los asistentes al 51° Congreso de Confecámaras que los objetivos acordados en el primer punto 'Política de desarrollo Agrario Integral', tiene como fin recuperar la economía familiar campesina. Por el contrario Humberto De la Calle dejó en claro que en La Habana no se están discutiendo temas como la propiedad privada, libertad de mercado ni libre concurrencia. “La fibra de la economía y del modelo económico no es materia de discusión en La Habana”, expresó durante el evento en Cartagena. Si bien aclaró que la pobreza no es la única causa del conflicto, reconoció que la brecha entre ciudad y campo ha contribuido a mantener la vigencia de un conflicto que los colombianos deben superar. Manifestó que “mientras la vida urbana ha mejorado (…) el campo no sólo se ha congelado, no sólo ha mantenido los mismos indicadores, sino que se ha deteriorado notablemente”. Por su parte, Frank Pearl, integrante del equipo negociador, hizo una reflexión sobre cual debe ser el papel del sector privado en un eventual escenario de posconflicto, por lo que resaltó que el verdadero reto es la construcción de una sociedad más equitativa. “Si queremos dar el paso a ser un país moderno, próspero, un país progresista y equitativo tenemos que resolver de alguna manera, y de manera responsable, el conflicto armado interno”, indicó. Durante su intervención el economista insistió en que las empresas deberán actuar de manera diferente. Es decir, se deben comprometer con las comunidades a la par que deben mostrar un interés por transformar su entorno junto con un verdadero cambio del sector público.