Un grupo de ciudadanos lleva a cabo este miércoles en la mañana el cierre parcial de la avenida Ambalá, a la altura del barrio Montecarlo, molestos por los cortes de agua que se están presentando en esa zona de la capital del departamento de Tolima.
Los habitantes de ese sector adelantan un cacerolazo y tienen cerrada la vía con una cinta, impidiendo la circulación vehicular.
Los ciudadanos aseguran estar cansados de esa situación y no descartarían llevar a cabo el cierre definitivo de la avenida Quinta, para según ellos buscar una solución al problema mencionado anteriormente.
A propósito de lo anterior, la Alcaldía de Ibagué indicó que, con el objetivo de dar a conocer los procesos técnicos que se cumplen para abastecer con agua potable a los residentes de la Comuna Siete y parte de la Nueve, la gerente de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal), Erika Palma Huertas, socializó las acciones para ofrecer continuidad en el servicio.
De acuerdo con la gerente de Ibal, se está reactivando una línea de conducción que desde hace 22 años estaba inactiva, con la cual se espera, de forma transitoria, apoyar a los usuarios que tienen desabastecimiento.
“Escuchamos a los líderes, llevamos a cabo mesas de concertación, de socialización sobre las afectaciones que existen y lo que está pasando con la quebrada Chembe. Se les explicó que la planta no puede resistir los procesos de potabilización y distribución en los distritos hidráulicos por las altas turbiedades que producen las fuertes lluvias”, indicó Palma.
Por último, Palma Huertas señaló que son acciones técnicas que se están desarrollando a corto, mediano y largo plazo desde esa empresa de Ibagué.
“También les dejamos claros que la solución para garantizar el servicio las 24 horas y la cobertura en toda la zona de expansión que se viene desarrollando en la comuna Siete es realmente la puesta en marcha del Acueducto Complementario”, concluyó.
Aguas subterráneas podrían ser la solución a las crisis hídricas globales
En el mundo, unos 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, 4.200 millones no cuentan con servicios de saneamiento seguros y otros 3.000 millones carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos, según datos del Bando Mundial.
Las brechas en el acceso a fuentes de abastecimiento de agua y saneamiento, el crecimiento demográfico, el uso intensivo de agua, la mayor variabilidad de las precipitaciones y la contaminación son factores que se conjugan en muchas regiones, transformando al agua en uno de los principales riesgos para el progreso económico, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible.
A esto se suman las amenazas que genera el cambio climático. Esta es precisamente una de las razones por las cuales la Organización de Naciones Unidas considera que una de las salidas a la crisis hídrica, que se vive en muchas partes del mundo, son las aguas subterráneas, las cuales pueden proporcionar a las sociedades beneficios sociales, económicos y medioambientales.
Así lo determina el último Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2022, dado a conocer esta semana. Los análisis indican que actualmente las aguas subterráneas aportan la mitad del volumen de agua extraída para uso doméstico por la población mundial y alrededor del 25 % de la extraída para el riego, con las que se irriga el 38 % de todas las tierras de regadío del planeta.
No obstante, la importancia y el potencial de este recurso natural no se comprende lo suficiente y se subestima, se contamina, se gestiona mal y se sobreexplota, según asegura el informe. La directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay, alertó que estas malas prácticas pueden tener consecuencias irreversibles.
“Para satisfacer las necesidades fundamentales de una población mundial en constante aumento y para hacer frente a las crisis climática y energética globales, es esencial utilizar de manera más inteligente el potencial de los recursos hídricos subterráneos, aún poco explotados, y protegerlos de la contaminación y la sobreexplotación”, afirmó.
El documento advierte que la sobreexplotación y la contaminación a la que se somete a esas aguas pueden tener efectos devastadores sobre el recurso y su disponibilidad, por lo que insta a los gobiernos a dejar de ignorar el tema, ante lo que se puede avecinar y a desarrollar políticas para gestionar estas aguas de forma sostenible para encarar las crisis de agua tanto en la actualidad como en el futuro.