Casi un mes después del impresionante hallazgo de dos cuerpos sin vida en el interior del vuelo AV116 proveniente de Santiago Chile de la aerolínea Avianca, que aterrizó en la noche del pasado 6 de enero en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá, las autoridades pudieron realizar la plena identificación de los cadáveres y sus respectivas edad: Fernando González, de 14 años, y Kivens Yaisen, de 15.
Los dos jóvenes, oriundos de República Dominicana, fallecieron por hipotermia, debido a las bajas temperaturas que se registran en el tren de aterrizaje de los aviones. Con esta información, el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país empezó a gestionar ante la Cancillería colombiana la repatriación de sus cuerpos para entregárselos a sus familiares y realizar el entierro.
En este trámite, según informaron medios locales, se realiza con el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) la toma de muestras de ADN de los padres de los menores, con el fin de comprobar su relación sanguínea. Este es un requisito que se exige para tramitar la repatriación.
La periodista Lourdes Gómez, de Diario Libre, relató que Fernando era hijo de un dominicano y una nacional haitiana. Kiven era hijo de una haitiana y un dominicano. Estas personas ya fueron informadas de lo ocurrido. “Pudimos localizar a la madre de Kivens Yaisen, en el Batey donde lo declararon y ahí es que ella se entera que su hijo es uno de los polizones que murieron en el avión de Avianca. Hablamos con el cónsul dominicano en Colombia, Juan Peña, para ver qué gestiones se habían hecho y luego nos llamaron de la Cancillería, pero lo que nos informaron es que no hay presupuesto para traer los cadáveres”.
Las autoridades de República Dominicana realizan el respectivo trámite y acompañamiento. Igualmente, se conoció que el Consulado Dominicano en Bogotá asumirá todos los costos de transportación e impuestos exequiales de los jóvenes.
El vuelo AV 116 de la aerolínea Avianca salió de Bogotá a Guarulhos, Brasil, el 5 de enero pasado; el 6 de enero hizo la ruta Guarulhos a Bogotá. Ese mismo día salió hacia Santiago de Chile y en las horas de la noche retornó al aeropuerto El Dorado.
SEMANA conoció que los fallecidos no registraban signos de violencia. Presentaban escarcha, es decir, “estaban congelados y parcialmente empezaron a descongelarse. El cuerpo que fue encontrado en el tren izquierdo presenta quemaduras”, se lee en un reporte de las autoridades conocido por esta revista.
“Al realizar las verificaciones se encuentra la presencia de dos cuerpos: sujeto 1, ubicado en el tren de aterrizaje derecho, y sujeto 2, ubicado en el tren de aterrizaje izquierdo”, informaron.
Una de las nuevas pistas que encontraron los investigadores es que dentro de las pertenencias de uno de los fallecidos fueron encontradas unas monedas de República Dominicana, una prueba que les permitió a los investigadores inferir que los fallecidos podrían proceder del Caribe.
De hecho, el avión estuvo el 3 de enero pasado en República Dominicana, según el rastreo de la empresa Avianca. Esta información les fue entregada a los investigadores del CTI de la Fiscalía General, que busca establecer la forma en cómo estos jóvenes ingresaron al tren de aterrizaje, si se presentaron omisiones por parte de las autoridades de control y el momento aproximado de su muerte.
Otro de los datos clave es que, preliminarmente, se estima que ambos jóvenes fallecieron como consecuencia de hipotermia o congelamiento, resultado del vuelo, la altura y una serie de factores. Tras conocerse los hechos, se advirtió que en los últimos meses se registró un aumento considerable en el ingreso ilegal a las aeronaves, principalmente, en los países del Caribe.