En Norte de Santander, la comunidad está conmocionada por el brutal asesinato del sacerdote Ramón Antonio Montes, adscrito a la Diócesis de Ocaña. El trágico incidente ocurrió cuando el padre Ramón se encontraba en un parqueadero de Ocaña y fue abordado por dos jóvenes armados con cuchillos que intentaron robarle su camioneta.
De acuerdo con las autoridades, el sacerdote intentó resistir el robo, lo que provocó que los delincuentes lo atacaran con sevicia, dejándolo tendido en el suelo. Los asaltantes luego encendieron el vehículo, arrollaron a la víctima y huyeron sin dejar rastro.
Ante la noticia del crimen, la Policía Nacional y el Ejército se unieron para localizar a los responsables, coordinándose con la comunidad local que aportó información clave. Un operativo de búsqueda permitió encontrar la camioneta en el sector San Fermín y llevar a cabo la captura de dos sospechosos.
Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y administrador apostólico de la Diócesis de Ocaña, expresó en un comunicado su profundo dolor y rechazo ante el asesinato del padre Ramón Arturo Montejo Peinado.
“Condenamos profundamente que la violencia irracional haya cobrado la vida de un sacerdote que dedicó su vida a difundir el mensaje de la paz y amor de Jesucristo. Rechazamos categóricamente este acto de barbarie que atenta no solo atenta contra la vida de un ser humano, sino también contra los principios fundamentales de convivencia y humanidad”, afirmó el arzobispo.
El comunicado también destacó que el sacerdote, oriundo del municipio de Teorama, se desempeñaba como párroco en San José de Buenavista y era delegado de la comisión diocesana de reconciliación y paz. En este rol, había participado en varias liberaciones de secuestrados en la región del Catatumbo.
Las expresiones de tristeza y rechazo ante este acto violento han sido compartidas por los demás obispos del país, quienes han manifestado su solidaridad con los familiares y fieles del sacerdote a través de diversas publicaciones. En estos mensajes, los obispos también han compartido su esperanza en la Resurrección y la vida eterna, confiando en que el padre Ramón Arturo se encuentra ahora en la presencia del Señor.
La comunidad de Norte de Santander y la Iglesia colombiana están de luto, recordando al padre Ramón Antonio Montes Peinado como un hombre dedicado a la paz y al servicio de los demás, y esperando que las autoridades logren justicia en este trágico caso.
“Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que se investigue a fondo este crimen. Pedimos a todos los fieles mantener viva la memoria del padre Ramón Arturo”, agregó el jerarca.