Siguen los pronunciamientos de la iglesia católica por el secuestro, hace más de siete días, del papá del futbolista colombiano Luis Díaz, quien se encuentra en poder de la guerrilla del ELN, grupo que se encuentra adelantando un proceso de paz con el Gobierno nacional, donde la iglesia es garante.
El encargado de pronunciarse en esta ocasión fue monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la iglesia católica en los diálogos de paz con la guerrilla del ELN, quien rechazó los hechos ocurridos el pasado sábados 28 de octubre, donde Luis Manuel Díaz terminó secuestrado.
“De manera muy contundente rechazamos toda forma de secuestro. El secuestro es moralmente inaceptable, porque toca con la dignidad de las personas, toca con su realidad de seres creados a imagen y semejanza de Dios y porque coarta la posibilidad de ejercer plenamente las potencialidades de cada ser humano”, señaló.
Por eso, monseñor Henao clamó por la pronta liberación del padre del deportista, “para que pueda retornar a su hogar, para que pueda volver a su comunidad en condiciones de seguridad, sano y salvo, y para que pueda desarrollar todas sus potencialidades”.
Finalmente, el miembro de la Conferencia Episcopal de Colombia, destacó que “así nos lo pide el pueblo colombiano, así es el plan de Dios. El Señor quiere que toda persona, todo ser humano pueda vivir en condiciones de libertad y que su dignidad sea respetada plenamente”.
Más temprano, desde Barrancas, La Guajira, monseñor Francisco Ceballos, de la diócesis de Riohacha, dijo que la iglesia está en total disposición de ayudar en la liberación del papá del jugador de la selección Colombia , pero a la vez hizo un duro pronunciamiento sobre los diálogos de paz.
“Estamos en unos momentos de diálogo buscando la paz, esta situación pone a pensar al mismo Gobierno y a la ciudadanía sobre la seriedad de estos diálogos de paz que se están llevando”, dijo el representante de la iglesia.
Las declaraciones se conocen en medio de la incertidumbre que hay en Barrancas y en Colombia sobre la liberación del papá de Luis Díaz. Aunque el ELN dijo que lo iba a hacer, por el momento la situación se ha manejado con hermetismo y son casi nulos los detalles que se han dado del caso.
Del secuestro se conoció que fue el frente de guerra norte el que cometió la acción criminal, la cual fue planeada durante al menos cinco meses, tiempo en el que los captores conocieron en detalle la rutina de los papás de Luis Díaz.
Con la información de primera mano, el golpe lo ejecutaron el sábado 28 de octubre, un día antes de las elecciones regionales, por lo que la fuerza pública estaba ocupada garantizando la seguridad de los comicios que se iban a desarrollar al siguiente día en el país.
Cilenis Marulanda y Luis Manuel Díaz fueron abordados por sujetos armados cerca al centro de Barrancas hacia las 4:00 de la tarde. Uno de los secuestradores se montó en la camioneta de ellos y los obligó a tomar una ruta especial. Iniciaron el recorrido por la vía que conecta a Barrancas con Fonseca, pero a mitad de trayecto los obligaron a tomar una camino de herradura.
Una de las llantas de la camioneta se explotó y Cilenis fue abandonada en la vía y los secuestradores siguieron con Luis Manuel Díaz, por toda la trocha en motos. Los internaron en la profundidad de la selva de la Serranía del Perijá, que colinda con la frontera de Venezuela.
Tras conocerse la noticia, la fuerza pública desplegó cerca de 300 hombres en la búsqueda de Luis Manuel. Comandos jungla, fuerzas especiales del Ejército, Gaulas, inteligencia, entre otras unidades llegaron al sitio para unirse a la operación de búsqueda del papá de Lucho Díaz.