En la mesa de instalación de los diálogos de paz con el Gobierno Petro, la imágen de Iván Márquez generó impacto. Al líder de las disidencias se le ven los estragos del atentado que vivió en Venezuela. En su brazo derecho tiene una prótesis y los problemas de visión que lo aquejan son evidentes.
Sus limitaciones físicas obedecerían a un hecho de julio de 2023, cuando varios medios de comunicación apuntaron a la tesis de que había sido asesinado en Venezuela. Otras versiones apuntaron a que había quedado vivo, pero con heridas de mucha gravedad, pues esquirlas le habrían hecho perder uno de sus ojos. En su momento, se dijo que había sido auxiliado por el gobierno de Nicolás Maduro.
Márquez, uno de los más temibles comandantes de las Farc y uno de los altos dirigentes de esa guerrilla que le puso conejo al proceso de paz, hoy lidera por parte de las disidencias, conocidas como Segunda Marquetalia, las conversaciones con el Gobierno Petro. Este lunes, ese ciclo fue instalado en Caracas.
El tema genera polémica e indignación, pues se trata de un desertor del Acuerdo de La Habana que lleva años, desde Venezuela, infringiendo el orden y sembrando terror en el país. Estas negociaciones generan resistencia al ser detractores del acuerdo de paz con esa guerrilla en 2016.
“Ellos tuvieron su oportunidad. Yo creo que el camino que les queda es el del sometimiento”, expresó el senador Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno del nobel de la paz Juan Manuel Santos en el acuerdo de 2016. Siete delegados del Gobierno y otros siete de la organización insurgente al mando de Márquez participarán en este primer proceso, que se extiende hasta el sábado.
“Pretendemos desarrollar los temas específicos de la agenda de diálogos de paz, definir los protocolos de la negociación y anunciar las primeras decisiones sobre medidas y acciones para contribuir a avanzar en el desescalamiento del conflicto y en los avistamientos territoriales para la paz”, indicó un comunicado conjunto leído en el acto inaugural.
Petro, que también negocia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), inició en octubre pasado conversaciones con el Estado Mayor Central (EMC), truncadas por divisiones internas dentro de ese bloque de disidentes.
La negociación inicia después de la firma, también en Caracas el 5 de junio, de un documento fundacional enfocado en “promover cambios y reformas democráticas para la paz en la que las poblaciones y los territorios sean la prioridad, fortaleciendo la movilización social”, según el Gobierno.
El documento habla del establecimiento de comisiones negociadoras para alcanzar “el desescalamiento del conflicto, la construcción de territorios de paz”, así como la atención de víctimas.
“No se identifica que alias Iván Márquez o la Segunda Marquetalia estén buscando una pista hacia lo político”, explicó a la AFP Francisco Javier Daza, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares). “Busca un desescalamiento de la violencia en los territorios donde ellos operan: la idea de llegar al poder, del poder estatal, no figura en la agenda de lo que se va a negociar”.
Antes de iniciar los diálogos, el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Helder Giraldo, adelantó que “hay acercamientos” para llegar a un cese al fuego bilateral.
“Vieja guardia”
El documento de Caracas tiene la firma de Iván Márquez, quien era el segundo hombre más importante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) cuando esa guerrilla firmó la paz para convertirse en partido político.
Luciano Marín, su nombre real, fue el jefe negociador por los rebeldes y permaneció algunos años dentro del proceso después de la firma, pero desertó y en 2019 reapareció en un video anunciando una nueva rebelión armada. En 2023, medios locales especularon con su muerte en Venezuela tras sufrir un atentado. Luego, el Gobiernoaseguró que estaba en ese país recuperándose de las heridas.
El pasado 11 de mayo, Márquez reapareció en un video manifestando su apoyo a Petro, con el que acordó en febrero entablar negociaciones.
Márquez es “de las pocas cabezas de la vieja guardia que quedan” con “fuertes bases ideológicas”, añadió Daza. Y eso “tiene un peso” y “puede que contribuya a que una negociación sea mucho más rápida, mucho más eficaz” que las que el Gobierno tiene abiertas con el ELN y el EMC.
La Segunda Marquetalia tiene unos 1.660 combatientes, según cálculos de inteligencia militar. Analistas consideran que es una guerrilla débil en comparación con el EMC a cargo de alias Iván Mordisco, un cabecilla que no firmó la paz en 2016, y con el Ejército de Liberación Nacional.
Petro conversa con el EMC desde octubre del año pasado, antes de que el grupo se dividiera en dos en abril. La mitad de los guerrilleros al mando de Mordisco se apartaron, mientras que el otro 50 % siguen en diálogo.
*Con información de la AFP.