Con escenas desgarradoras se encontraron los investigadores de la de la Dirección de carabineros y protección ambiental de la Policía Nacional (Dicar) al llegar a los salones en los que estaban a atrapadas más de 1500 especies animales, entre tortugas e iguanas que esperaban ser comercializadas en época de cuaresma.
En muchas regiones del país y sobre todo en aquellas que tienen costumbres católicas suelen dejar de comer carne roja, desde el miércoles de ceniza y durante los viernes antes de llegar a Semana Santa. Por eso buscan otras alternativas. En la región del caribe es común alimentarse de carne de tortuga e iguanas.
La venta de estas especies está prohibida, razón por la cual alrededor de dichos comercios se ha generado mafias de trafico de fauna. Mediante actividades de investigación adelantadas por unidades de la seccional de investigación criminal de la Dicar, se logró la identificación de una organización dedicada al tráfico y comercialización de fauna silvestre en los corregimientos de San Andrés y tacamocho en el municipio de Córdoba.
Cuando los investigadores entraron al lugar dónde estaba siendo almacenados los animales encontraron tortugas vivas una sobre otra, en costales y amarradas. Otras estaban en corrales insalubres. Las iguanas estaban amarradas entre sí y en bultos de fique y fibra. Se les dificultaba no solo moverse sino respirar.
También fueron hallados animales a los que les que les habían quitado la piel y el caparazón. En total se logró la recuperación de más de 1200 tortugas y 300 iguanas que serían comercializadas en estas vísperas de la semana mayor. El operativo fue coordinado entre la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
La organización criminal mediante la casería ilegal, desplazaban de su habitad natural a la especie conocida comúnmente como tortuga hicotea. Además, las almacenaban en predios que eran utilizados como centros de acopio en grandes cantidades tanto de los animales vivos como su carne para posteriormente ser comercializadas en los departamentos de Bolívar, Atlántico, Sucre y Cesar.
“Es así como se logra la materialización de dos órdenes de allanamiento y registro por los delitos de ilícito aprovechamiento de los recursos naturales renovables, tráfico de fauna y caza ilegal, donde pudimos hallar estos especímenes y dar con la captura de uno de los integrantes de esta organización”, dijo el Coronel William Castaño Ramos, director de Carabineros y Protección Ambiental de la Policía Nacional.
Con el operativo se permite proteger los recursos naturales en especial la tortuga hicotea, especie que aporta a la conservación de la cienaga grande, esta especie igualmente se encuentra en gran riesgo de extinción debido a la tradición que se tiene en algunos lugares de la costa caribe.
Castaño Ramos resaltó que con estos procedimiento se logró disminuir las actividades ilegales contra el medio ambiente, que genera múltiples ganancias económicas. Se calcula que solo la organización que quedó al descubierto ganaba 180 millones de pesos anuales.
Es de resaltar que Reptiles como la iguana verde, la tortuga hicotea, los morrocoyes y las babillas viven su propia semana de pasión debido a los exóticos gustos de algunos colombianos que durante estos días santos las incluyen en sus menús. Una práctica que pone en riesgo de extinción a estas especies.
La iguana verde es una de las más apetecidas: Este reptil es una de las mayores víctimas. La cacería y el consumo la ponen en un grave riesgo. Esta especie se aparea a final de año y desova justo durante las fechas de Semana Santa. Antes de que esto suceda, son cazadas para extraerles los huevos, que pueden alcanzar 30 por postura. Su carne también es apetecida y termina servida en los platos de los habitantes de la región Caribe y de los turistas.
Datos de la Asociación de Corporaciones Autónomas (Asocars) indican que en 2020 estas entidades recibieron en sus centros de atención para recuperación y rehabilitación un total de 33.035 especímenes de fauna silvestre, 42 por ciento más que en 2019.