La Fiscalía General de la Nación reveló este lunes que la psiquiatra, Mónica Julieth Suárez Díaz; el médico, Álvaro Leal Rodríguez y el enfermero, Julián Edilberto Rincón Díaz, fueron imputados por un despacho de la Unidad de Vida del ente acusador en la Seccional Tolima, por el delito de homicidio culposo bajo responsabilidad médica, en dos investigaciones que, de manera aislada, adelanta el ente acusador.
El primer caso está relacionado con la muerte de Jorge Eduardo Rodríguez, quien fue llevado por sus familiares y la Policía el 10 de enero de 2018 a la sala de urgencias de un hospital de la capital tolimense, tras presentar un estado psicótico agudo y agresivo.
Después de ser valorado y sometido a una serie de exámenes, se ordenó su hospitalización en la unidad mental del centro asistencial y se le inició tratamiento con medicamentos como clonazepam, clozapina y midazolam, persistiendo en el paciente agitación sin mejoría.
De igual manera, el ente de control informó que el 13 de enero siguiente, la víctima se cayó mientras se bañaba y sufrió una herida en una de sus cejas, por lo cual requirió de cirugía.
Tres días después fue valorado por la psiquiatra Suárez Díaz, quien, debido a que no evolucionaba, incrementó la dosis de los medicamentos. Sin embargo, el 18 de enero el paciente fue encontrado sin signos vitales en su cama en horas de la madrugada.
Para la Fiscalía General de la Nación, la dosis ordenada por la psiquiatra supera lo que está establecido en las guías médicas. Por lo cual se presume que la muerte de Jorge Eduardo Rodríguez, debido a un paro respiratorio, habría sido consecuencia del incremento en dichos medicamentos.
Sostuvo la fiscal, durante la audiencia de imputación, que la profesional no fue idónea en su evaluación con respecto al estado del paciente a quien, al parecer, le faltó meticulosidad y diligencia en la evaluación clínica. Por lo anterior, considera que se habría cometido un error que pudo ser evitado.
Mujer habría muerto tras practicarse aborto clandestino en Barranquilla
Una mujer de 37 años, identificada como Lorena Inmaculada Gelis Palomino, falleció en Barranquilla tras, aparentemente, sufrir una hemorragia interna, al parecer, mientras se practicaba un aborto clandestino en un consultorio médico ubicado en el barrio San Luis.
De acuerdo con el medio regional El Heraldo, la mujer estaba en la semana 13 de embarazo y, aparentemente, no quería tener al bebé, argumentando complicaciones económicas que supuestamente le impedían encargarse de él.
Tras sufrir la complicación de salud en el laboratorio del barrio San Luis, se asegura que la mujer fue trasladada hasta las instalaciones de la Clínica San Ignacio, donde los médicos de turno no lograron salvarle la vida.
Según el medio citado anteriormente, a la mujer le habrían cobrado $500.000 para realizarle el legrado de manera clandestina en Barranquilla.
Además, se indicó que la mujer laboraba como mesera en esa ciudad y ahora las investigaciones de este caso son llevadas a cabo por el CTI de la Fiscalía General de la Nación, que trata de dar con el paradero del médico que llevó a cabo ese procedimiento y que sería un reconocido galeno de esa ciudad.