Agropecuaria Bonga La Grande se perfilaba como una de las empresas ganaderas más importantes del país, a través de la venta de ejemplares de ganado puro de alta calidad. Centraba su actividad en procesos de modificación genética para producir animales calidad exportación. Sin embargo, lo que se creía era el motor de la economía de decenas de familias campesinas de Chigorodó, Santa Fe de Antioquia, en Ciénaga de Oro (Córdoba) y Chocó habría terminado siendo la fachada del lavado de dinero ilegal de la principal organización criminal del país. En la operación de extinción de dominio más grande desplegada contra el Clan del Golfo, la Fiscalía y la Policía incautaron bienes por 400.000 millones de pesos, incluyendo la fertil sociedad, 3.283 reses y otros negocios de economía mixta -legal e ilegal- de la organización. Agentes del CTI y de la Policía llegaron hasta fincas lujosas, casas de campo, vehículos de servicio público, empresas transportadoras y una hacienda de cría y venta de ganado mejorado genéticamente. 

Los bienes pertenecían al condenado integrante del Clan del Golfo Ramiro Caro Pineda alias Nolasco, quien fue extraditado a Estados Unidos. Él es considerado uno de los 17 jefes de la organización criminal que actualmente saldan sus deudas con la justicia nortemaericana; era requerido por las cortes de Broklyn, Nueva York y Miami. Nolasco se entergó a la DEA en agosto de 2015 y una vez detenido aceptó el delito de tráfico de drogas por lo que fue condenado a 25 años de cárcel. Solo en propiedades inmuebles, se registraban a su nombre y de sus familiares bienes por $100.000 millones. Sin embargo, investigadores de campo descubrieron que la fortuna ilegal del capo era cuatro veces mayor al identificado inicialmente. En total fueron incautados 98 inmuebles entre fincas, lotes, casas lujosas de descanso sobre el golfo de Urabá, apartamentos y parqueaderos; 28 vehículos, muchos de ellos buses de servicio público, motocicletas y cuatrimotos; 14 establecimientos de comercio; cuatro de sociedades y 3.283 semovientes, entre reses y caballos.La historia de la Agopecuaria Bonga La Grande fue turbia desde el comienzo. Fue creada en Chigorodó en el año 2008 por Alcides Ríos Mazo, quien fue capturado y condenado en 1997 por la justicia de Panamá por ingresar cocaína a Estados Unidos. Fue repatriado a Colombia para que terminara de pagar por sus delitos ante la justicia colombiana por lo que quedó en libertad en el año 2004.  La idea de buscar la mejor reproducción de especies bobinas como Brahmán, Guzerá, Wagyu -considerada como la mejor carne del mundo- y Gyr, lo llevó a crear una moderna industria que lograba especies de premio a través de procesos genéticos y de fertilización artificial. Sin embargo, la sociedad que como lo dice su eslógan "busca un equilibrio entre el hombre y la naturaleza", terminó dando más dividendos de los esperados que iban directo a las finanzas de Otoniel, el máximo jefe de la organización criminal.

Una vez salió de la cárcel Ríos Mazo se alió con el capo Nolasco para innovar en esta industria. El nombre de alas Nolasco comenzó a figurar en los reportes de las autoridades desde 1997, fecha en la cual aparecía registrada una propiedad a su nombre. En los años posteriores, la fortuna de Nolasco y de su familia, dedicada principalmente al campo, comenzó a crecer desde 2012 con lo que se evidenció un injustificado incremento patrimonial. La Fiscalía encontró propiedades en cabeza de sus compañeras sentimentales, hermanos, hijos y sobrinos menores de edad, cuñados y otros familiares, para mezclar dineros de actividades ilícitas con recursos y negocios legales.En una gigantesca hacienda en Necoclí (Antioquia), Agropecuaria La Bonga tenía montada la producción y cuidado el ganado. Realizaban todos los procesos científicos de los semovientes, muchos de ellos participaron en ferias a nivel nacional y ocuparon los primeros lugares como creadores y competidores.En contexto: Las comunicaciones secretas del Clan del GolfoSin embargo, no fue la única industria que crearon. Nolasco constituyó al lado de otros narcotráficantes empresas de taxis y de buses que cumplían rutas en la región de Urabá y municipios de Antioquia. Así lograban blanquear dinero producto del narcotráfico y que -dicen las autoridades- iban directo a alias Otoniel, el máximo jefe el la organización criminal. La fortuna criminal de Nolasco está ubicada en Medellín, Necoclí, Apartadó, Santa Fe de Antioquia, Chigorodó, Don Matías y Santa Rosa de Osos (Antioquia), Acandí (Chocó), Ciénaga de Oro (Córdoba) y Villavicencio (Meta) quedaron a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para su administración.