En la zona rural de los municipios de Samaná, Norcasia y Victoria, departamento de Caldas, en labores de infiltración y de control contra la extracción ilícita de minerales, fueron intervenidas tres unidades de producción minera donde se extraía oro en diferentes modalidades y donde, además de utilizar mercurio y cianuro, ya se habían afectado cerca de cinco hectáreas de capa vegetal y contaminaban las fuentes hídricas que desembocan en el río La Miel y Samaná.
Esta operación tuvo lugar en las veredas Buenavista, en Samaná; Jagual, en Norcasia, y el corregimiento de Isaza, en Victoria, donde fue incautado un motor de arrastre, 250 metros de guaya de acero, infraestructura de transporte de material, una piscina de selección de material, cuatro dragas, cuatro motobombas, cuatro compresores, cuatro canaletas de selección, cuatro tubos de succión de ocho pulgadas, 70 metros de mangueras y 80 galones de gasolina. Además, se destruyó un cúbico de extracción de 10 metros de profundidad.
De acuerdo con el Ejército, “el aprovechamiento ilícito de minerales en estos municipios del oriente de Caldas se ha realizado sin contar con el título minero legal, estipulado en la Ley 685 de 2001, del Código de Minas, lo que ha afectado no solo los recursos naturales, sino el bienestar y la seguridad de las familias que viven y se benefician legalmente de estas fuentes hídricas”.
Las autoridades estiman que en estas unidades de producción ilegal se estarían extrayendo 2.300 gramos de oro mensuales, lo que equivale a un ingreso promedio por venta de 660 millones de pesos al mes, afectando así esta economía ilegal por un valor mensual aproximado de 725 millones de pesos.
“Con estos resultados se logra una reducción significativa del impacto ambiental. Es de resaltar que el valor que se invierte para la recuperación del daño ambiental es de 750 millones de pesos aproximadamente y podría tardarse entre unos 20 a 30 años”, señaló el Ejército.
Estructura del Clan del Golfo dedicada a minería ilegal
Soldados de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, en colaboración con la Armada Nacional, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, llevaron a cabo una operación conjunta para atacar organizaciones criminales que se dedican a la explotación ilegal de yacimientos mineros en la vereda La Isla, del municipio de Río Quito, en Chocó.
Durante la operación, los uniformados desactivaron siete unidades de producción minera, cinco dragones, una excavadora, dos dragas, dos motores y otros elementos utilizados por los integrantes de la subestructura Héroes de Jesús Carreteras, del Clan del Golfo, para extraer cerca de 25 kilogramos de oro cada mes, lo que les proporcionaba ganancias ilícitas por más de 7.000 millones de pesos.
Con la inutilización de esta maquinaria, avaluada aproximadamente en 7.900 millones de pesos, se evita una renta ilegal mensual hasta de 718 millones de pesos, dinero que es captado por este grupo ilegal, mediante la modalidad de cuota extorsiva por extracción, financiación y compra del mineral extraído.
De igual modo, los uniformados recuperaron siete hectáreas donde se habían removido alrededor de 6.650 metros de tierra y se habían deforestado alrededor de 14.000 árboles nativos. La recuperación del daño ambiental puede tardar entre 40 y 50 años, aseguraron.
Descubren refinería ilegal del ELN
La Fiscalía General de la Nación, en colaboración con el Ejército Nacional, descubrió el pasado mes de febrero un centro ilegal de procesamiento de hidrocarburos del ELN en Arauquita, Arauca, una zona de frontera con Venezuela.
Según los informes de las autoridades, el centro ilegal de procesamiento de hidrocarburos pertenece al frente Domingo Laín Sáenz del Ejército de Liberación Nacional (ELN). De acuerdo con las pesquisas, uno de los cabecillas del frente, conocido como Pedro Boyaco, está involucrado en la operación de este complejo ilegal.
Los fiscales y los investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) recolectaron evidencia que sugiere que el hidrocarburo producido en este centro era destinado para actividades relacionadas con el narcotráfico, lo que hace que este descubrimiento sea aún más preocupante.
Las autoridades descubrieron cinco piscinas de almacenamiento de crudo, cuatro estructuras para el refinamiento, un canal de almacenamiento, un canal de enfriamiento, 2.500 metros de manguera, 120 metros de tubo galvanizado de una pulgada, un tanque plástico con capacidad para 20.000 galones, 28 canecas metálicas y 171.000 galones de crudo sin refinar en el lugar. El hallazgo representa un importante golpe al contrabando de hidrocarburos y al financiamiento de actividades criminales de parte del ELN.
El ente investigador informó que la operación para desmantelar el centro ilegal de procesamiento de hidrocarburos en Arauquita fue resultado de meses de trabajo de investigación y seguimiento. Las autoridades coordinaron su operación de manera estratégica y efectiva, logrando la incautación de todos los elementos utilizados en la refinería.