El incendio en Mosquera está controlado en un 95 %, según confirmaron las autoridades que hacen parte del puesto de mando instalado para atender la emergencia forestal.
Van cuatro días en los que las llamas han devorado ya 1.000 hectáreas de vegetación, de acuerdo con los reportes de los bomberos, con corte al 18 de junio.
En ese lugar no solo hay flora acuática y pastos que son claves para el equilibrio del agua, sino una gran variedad de animales, cuya supervivencia depende de las plantas que allí se dan.
Por esa razón, en Cerro Gordo, en jurisdicción del municipio de Mosquera, se han desplegado bomberos, el Ejército y la fuerza aérea, entre otros.
Hasta el sábado, cuando aún la conflagración era amenazante, se había bombardeado el lugar con más de 40.000 litros de líquidos retardantes de llamas.
El peligro también está en la cercanía al relleno sanitario de Mondoñedo, cuyo contacto con algún fuego traería consecuencias graves. Allí, entre la basura, hay materiales que pueden ser altamente inflamables.
El gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, confirmó que el relleno continúa abierto, pues ya se pasó de alerta naranja a alerta amarilla, teniendo en cuenta que el foco del incendio se desplazó, en parte, impulsado por los vientos que continuaban avivando las llamas.
No obstante, el domingo, ya el control del fuego era aún mayor. Sin embargo, no se puede bajar la guardia, pues bajo los pastizales quemados podrían quedar chispas que vuelvan a subir el tono de la emergencia.
Momentos críticos
En el lugar se han vivido momentos críticos. Las primeras hipótesis sobre las razones del incendio forestal se relacionan con el Fenómeno de El Niño, el cual, ya está más que seguro que llegará pronto, con un 90 % de probabilidad de ocurrencia, y un 40 % de expectativa de que sea muy fuerte.
Los fuertes vientos cesaron un poco este domingo y habían sido los motivos por los cuales, las autoridades encontraban dificultades, pese a que se activaron todas las estrategias previstas en estos casos.
El viernes 16 de junio se encendieron las alarmas, principalmente, porque las llamas corrían en dirección al relleno sanitario.
Los habitantes del sector, quienes dieron los primeros avisos, también han tenido que participar en el control de las llamas, debido a la fuerza que iba tomando la conflagración a medida que el viento era más fuerte.
¿Y ahora qué?
Una vez se controle en su totalidad el incendio, que aún queda con un foco de al menos el 5 %, tendrán que venir las reparaciones. Cerro Gordo quedó seriamente afectado, debido al voraz fuego que se llevó flora y fauna.
Por el momento, hay un respiro alrededor de la emergencia. Las autoridades confirmaron a SEMANA que, en la madrugada de este domingo, nuevamente quedó controlado el incendio. “Revisamos toda el área con un dron con cámara térmica de bomberos sin evidenciar puntos o focos aparentes”, confirmaron desde las oficinas de gestión del riesgo en el departamento. Ahora solo falta que el viento deje de estar en contra para que la emergencia pueda ser superada.