A las afueras de la alcaldía del municipio El Dovio, situado al sur-oeste del país, en el departamento del Valle del Cauca, un grupo de al menos 300 indígenas emberá chamí siguen haciendo presencia exigiendo la presencia del Gobierno nacional.

El grupo de manifestantes provenientes de una comunidad que vive en el cañón de Garrapatas, entre el Valle del Cauca y el Chocó, impidió en un primer momento el ingreso de los trabajadores de la alcaldía en la mañana de este jueves 20 de octubre y pasadas unos minutos y tras un diálogo con el alcalde municipal, Miguel Guzmán, accedieron a permitir el ingreso al sitio.

Entre las exigencias de los indígenas al gobierno de Gustavo Petro y el llamado que, según ellos, intentan hacer de manera pacífica en las instalaciones de la administración, son la construcción de puestos de salud, vías y escuelas para su comunidad.

Por estos hechos, la Alcaldía municipal emitió un comunicado indicando que “Son alrededor de 200 indígenas los que están en la Alcaldía de El Dovio. Ellos dicen que quieren ser escuchados por el Gobierno nacional y que si no pasa llegarán al lugar más de 1.500 personas de su comunidad”.

Pese a que en la zona hay presencia de la fuerza pública, hasta el momento no ha sido necesaria su intervención, caso contrarío a lo ocurrido este miércoles 19 de octubre en la capital del país, donde los desmanes, destrozos y ataques a los policías se salieron de control.

El presidente Gustavo Petro estuvo hasta altas horas de la noche reunido con voceros de esa comunidad indígena, la cual protagonizó los actos de vandalismo en los que resultaron civiles y miembros de la fuerza pública heridos.

En el encuentro también participaron el ministro del Interior, Alfonso Prada; el director de la Unidad de Restitución de Tierras, Giovani Yule; la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón, y Laura Sarabia, jefa de gabinete.

Por medio de su cuenta de Twitter, el mandatario dejó ver algunas conclusiones a las que llegó con los indígenas. “Los acuerdos que firmó el gobierno anterior, serán cumplidos por nosotros. La paz en el alto Andagueda, el empoderamiento de su reserva será fundamental para solucionar un problema de incomprensión étnica en el centro de Bogotá”, escribió el presidente.

Además, en una posible manera de justificación por los actos de vandalismo, Petro afirmó que los ataques que ellos ocasionaron fueron debido a que han sido engañados en su dignidad. “Se sienten engañados en su dignidad. Cada vez que los golpean vienen más a Bogotá. Son un pueblo que rechaza el trato indigno, la palabra engañosa. No saben la mayoría hablar español, los discriminan por ello. Los funcionarios no tienen la educación para lograr entenderlos”, se lee en su perfil de Twitter oficial.

Ofrecen recompensa de $ 50 millones para capturar a indígenas

Las restricciones que se le han impuesto a las Fuerzas Militares y de Policía para intervenir en las protestas contrastan con la violencia y brutalidad con la que están siendo atacados en medio de protestas, sin que se puedan siquiera defender, pues los nuevos protocolos no lo permiten y están a merced de los violentos. Así sucedió en el centro de Bogotá, en donde los indígenas embera se encontraban protestando, pasaron a los hechos y casi matan a golpes a un policía en la séptima, al frente del edificio de Avianca. A unas cuadras una mujer uniformada casi es linchada en una estación de TransMilenio.

Estos son los rostros de quienes son buscados por las autoridades:

Estas son las fotos de los indígenas embera que protagonizaron hechos violentos en el centro de Bogotá. Se ofrece recompensa. | Foto: Policía.

Según conoció SEMANA, hacia las 11:30 a. m., decenas de indígenas de la comunidad embera katío que estaban asentados en el parque Nacional y posteriormente fueron reubicados en La Rioja, se tomaron las entradas y salidas de esta edificación.

Al interior del edificio, hacia el mediodía, había más de 200 personas retenidas en contra de su voluntad. De acuerdo con información entregada por la Policía Metropolitana de Bogotá, los indígenas empezaron a realizar actos violentos en contra de los gestores de convivencia de la Alcaldía y a ocasionar daños a la infraestructura, por lo cual el grupo de la fuerza disponible de la Policía realizó intervención en compañía del Esmad.