El martes en la noche empezó a circular un video emotivo, en el que se ve a una mujer llorando, a la vez que su estilista la atiende. Tiene el cabello hecho una maraña. Asegura que quien se lo hizo es un hombre desconocido, que sin decir nada en cuestión de segundos le desocupó un tarro de pegamento en su cabeza.

“Es bastante denigrante para mí tener que llegar a este punto. Pero creo que es absolutamente necesario, yo creo que esto no puede seguir pasando ni a mí ni a ninguna mujer de este país, del mundo”, dice la mujer ahogada en llanto. El video se conoció desde la cuenta de @Karolninco.

Ella asegura que no identificó a sus agresores, pero los califica de delincuentes. “Unos delincuentes literales, no tiene otra palabra. Me acaban de desocupar un tarro de Boxer (marca del pegamento) en mi pelo y no tengo ni idea la razón”. Describe que todo sucedió mientras estaba dos casas abajo del lugar de donde reside con sus hijas, y precisamente salió a comprarles algo qué cenar.

“De verdad yo no entiendo por qué existe tanta maldad. Yo no entiendo a quién le ha hecho tanta maldad. La verdad no lo entiendo. Esto no se le hace a una mujer, esto no se le hace a un ser humano. Una persona racional, una persona consciente no manda a hacer ese tipo de cosas”, dice la denunciante en el video de un minuto 44 segundos de duración.

SEMANA estableció que los hechos ocurrieron en Villavicencio, Meta. La denuncia rápidamente empezó a tener impacto en las redes sociales, y cientos de personas se han solidarizado con su historia.

“¡No entiendo cómo puede existir en el corazón de una persona tanta maldad! Les soy sincera, ni siquiera tengo palabras para describir el dolor físico, siento que me quema el cuero cabelludo y el alma de pensar que alguien tenga tanto veneno en su corazón”, dice una de las usuarias de Twitter.

En conversación que sostuvo SEMANA con Carol Ninco, la información que le dio su estilista es que este tipo de ataques los cometen en su región con la intención de dejar a la mujer completamente calva, “pues obligan a que tenga que raparse la cabeza”, indica la denunciante, pero debido a que ella tenía el cabello recogido se mitigó el efecto. Incluso utilizaron aceites para poder retirar el pegamento y afectar lo menos posible el cabello.

Insiste que desconoce quién pudo estar detrás del ataque, pero advierte que meses atrás ya había recibido amenazas de muerte que llegaron de manera anónima a su casa. Asegura que después de la denuncia pública y tras una larga espera, la Fiscalía General de la Nación le recibió su denuncia para adelantar una investigación penal y dar con los responsables de la agresión.

Cabe recordar que los delitos de género son unos de los que más aumentaron en el último año. Las cifras suelen ser crudas y frías. Son números que muestran estadísticas y permiten hacer comparaciones para los libros de registro. Por ejemplo, posibilitan, como en este caso, saber que en el primer trimestre de 2022 en Colombia han asesinado más mujeres que el año pasado.

La escalada violenta tiene varios escenarios, que serán expuestos más adelante. Por ahora, estos son los datos: durante lo corrido de 2022, con corte al 16 de marzo, asesinaron a 225 mujeres; en este mismo período, pero de 2021, hubo 196 homicidios, 29 casos menos.

Pero más allá de las estadísticas es importante resaltar que las víctimas son hijas, esposas, madres de familia, como el caso de Carol, que claman justicia en sus casos para evitar que otras mujeres sufran los ataques a los que ellas han sido sometidas.