Un hecho que ha generado indignación entre la comunidad sucedió en Pereira (Risaralda), donde un joven fingió haber sido secuestrado para pedir una alta suma de dinero a su propio abuelo, quien estaba lejos de saber que se trataba de un autosecuestro.
De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, la investigación pudo permitir la judicialización de dos personas que se habían encargado de “diseñar un montaje para inducir a un adulto mayor a pagar una extorsión”, según explicó la entidad en un comunicado.
Asimismo, el ente acusador sostuvo que la víctima fue el abuelo de uno de los procesados, identificado como Juan Steven López. “Este hombre, al parecer, fingió tener problemas con la estructura delincuencial Cordillera y le hizo creer a su familiar que estaba secuestrado. Posteriormente, les pidió ayuda para reunir cuatro millones de pesos que, supuestamente, exigían para dejarlo en libertad”, aseguró la Fiscalía.
El nieto de la víctima y un presunto cómplice fueron capturados justo en el momento en que recibían el dinero.
De otro lado, las indagaciones de la Fiscalía indican que este engaño inició el pasado 7 de julio y, finalmente, “ante la insistencia, el adulto mayor accedió a enviar el dinero el pasado 21 de septiembre. Unidades del Gaula de Policía Nacional acudieron al lugar a donde debía llegar la suma”. Para sorpresa de las autoridades, resulta que la persona que estaba recogiendo el dinero era el propio nieto y quien supuestamente era la víctima de secuestro.
“Los dos hombres fueron capturados en flagrancia y presentados ante un juez de control de garantías. La Fiscalía les imputó los delitos de extorsión agravada consumada en concurso homogéneo y sucesivo y tentativa de extorsión”, señaló la Fiscalía.
Por su parte, los señalados no aceptaron los cargos imputados y deberán cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario.
En otros hechos, las autoridades en Cali fueron partícipes de lo que se veía como una película de acción, en la que los padres de una jovencita de 15 años hicieron todo lo posible para que policías lograran frenar a la banda de criminales que se llevaron a su hija con engaños. Fueron varias horas de recorrido las que hizo la menor por las carreteras colombianas. La joven, que reside en Cúcuta, Norte de Santander, fue rescatada por la Policía muy cerca de la frontera con Ecuador.
Según las investigaciones, la familia de la menor atraviesa por una difícil situación económica, lo que fue aprovechado por la red de trata de personas para ofrecerle a la adolescente trabajo de mesera. En realidad, se trataba de un anzuelo para someterla, según los investigadores de la Policía Metropolitana de Cali, a maltratos y abusos.
“La joven de 15 años habría atravesado todo el país en busca de una supuesta oferta de trabajo. Sin saberlo, pudo haber sido llevada hasta Ecuador o Perú con fines de explotación sexual o laboral”, señaló la Policía en un comunicado.
Las mismas autoridades calificaron el rescate como una obra de ciencia ficción, que requirió una acción coordinada de la Policía Nacional. Luego de conocer el reporte del caso y de su posible ubicación en el terminal de transportes de la capital vallecaucana, unidades adscritas al Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes de la estación La Flora acudieron de manera inmediata y lograron establecer que el vehículo en el que viajaba la menor de edad ya se encontraba en marcha hacia la ciudad de Ipiales (Nariño).
El tiempo estaba contado. Los uniformados disponían de solo minutos antes de perder el rastro de la joven y no escatimaron esfuerzos para salvarla del peligro al que se dirigía. En la ciudad fue activada una alerta que permitió la ubicación del bus a su paso por la Comuna 11.
Ya en el sitio, la patrulla abordó el vehículo y encontró a la adolescente, quien viajaba sola. Fue dejada bajo protección del grupo de Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana Santiago de Cali y los uniformados activaron la ruta para el restablecimiento de sus derechos. Se espera que en las próximas horas pueda estar de nuevo al lado de su familia.