“¡Mamá, mamá! Me quiero quedar contigo, ¡mamá!”, son los gritos que se escuchan de una menor, en Bogotá, mientras era entregada a su presunto abusador, al parecer por un funcionario del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
La denuncia fue hecha por la activista y excandidata al Senado Viviana Vargas Vives, quien la publicó en redes sociales, acompañada de un audio que sería del momento en el que la menor es entregada en custodia a quien habría abusado de ella.
“Esta es la realidad de los niños en el sistema de protección. Niña es lacerada por funcionarios del ICBF mientras ruega no ser entregada en custodia a su padre, denunciado por abusarla sexualmente”, señaló la activista, quien hizo parte del equipo de empalme del presidente Gustavo Petro para asunto de la niñez.
Según la denuncia, los hechos sucedieron el 27 de septiembre en el centro zonal del ICBF en la localidad de Barrios Unidos, en Bogotá.
“(La niña) está con el abusador en estos momentos. Quedó con laceraciones en pecho y tórax al ser arrancada violentamente de los brazos de sus madre”, agregó Vargas.
La respuesta del ICBF
Frente a este tema, el ICBF emitió una comunicación en la que señaló que “la decisión frente a este caso fue tomada por un juez luego de un proceso que involucró a los dos progenitores y a la niña. En cumplimiento del fallo, ICBF ha venido haciendo acompañamiento psicosocial, en el marco del cumplimiento del fallo del juez frente a la custodia y la regulación de visitas”.
El instituto agrega que “los Defensores de Familia y profesionales del ICBF actúan para garantizar la protección integral de los niños, niñas y adolescentes. La violencia sexual es una grave vulneración de derechos y el principal motivo por el que las niñas, niños y adolescentes ingresan a protección. Por eso, el Instituto cuenta con modalidades especializadas para garantizar que reciban atención inmediata, en articulación con el sector salud y justicia. Todas las decisiones que se toman son basadas en los informes psicosociales de profesionales especializados, que tienen en cuenta las voces y relatos de los menores de edad, así como las versiones de sus progenitores y otros familiares”.
Así mismo, la entidad señaló que “desde el ICBF respetamos la institucionalidad y confiamos en que las decisiones de los jueces siempre se derivan de un proceso exhaustivo y responden de manera objetiva a la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes”.
En todo caso, lo sucedido con esta menor ha desatado fuertes reacciones de rechazo y se le han pedido mayores explicaciones al ICBF.
Uno de los que mostró su indignación fue el senador del Pacto Histórico Alexánder López, quien aseguró que “el Estado no puede fallar protegiendo a nuestra niñez”, al tiempo que hizo un llamado de atención al ICBF.
“Rechazo por completo la actuación del ICBF en este caso en el cual debía servir de garante para restablecer los derechos de la niña bajo los principios y procedimientos de la Ley 1098/06, el Estado no puede fallar protegiendo a nuestra niñez. Urge rodear a la víctima”, expresó Alexánder López.
Frente al tema también se pronunció la representante a la Cámara por Bogotá Carolina Arbeláez, quien manifestó que pidió “medidas para restablecer los derechos de la menor”.
¿De verdad los funcionarios no sienten el miedo y desespero de esta menor? Escucharla es desgarrador, exijo al ICBF medidas para proteger y restablecer sus derechos de inmediato. Estos funcionarios deben ser investigados”, expresó la congresista.
Esta denuncia se conoce pocas semanas después de que se divulgara un video en el que se observa el maltrato físico y verbal que sufrió una menor de edad en un centro adscrito al ICBF.
En la grabación se aprecia que una de las cuidadoras de Centro de Emergencia San Gabriel, ubicado en Bogotá, grita y golpea a la niña que, al parecer, se resiste a comer.
“La comida es fea, no me gusta”, afirma la menor en el clip. La cuidadora le responde: “De malas. ¿Mejor aguantar hambre?”. Segundos después, tras los gritos y manoteos de la menor, que sigue sin querer comer, la mujer la toma con fuerza de uno de los brazos, la empuja y le habla en duros términos, la trata de “culicagada atrevida”.