Con el pasar de las horas se siguen conociendo más detalles de los confusos hechos en los que perdió la vida el joven Juan Felipe Rincón, hijo del inspector de la Policía Metropolitana de Bogotá, general William Rincón.
Mientras se espera la reanudación de la audiencia en la que se pedirá la medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Andrés Camilo Sotelo Torres, se conoció un informe que le da un vuelco al caso.
En este documento, firmado por el Laboratorio de Balística de la Seccional Bogotá del CTI, se asegura que en el lugar de los hechos se encontró un arma de fuego calibre nueve milímetros.
Esta arma, por sus características, sería del escolta del joven y quien, según los videos de las cámaras de seguridad, llegó al sector cuando Juan Felipe estaba siendo agredido por varias personas.
“El proveedor se encontró en buen estado de funcionamiento”, señala el informe balístico. “Siendo compatible con el arma de fuego A1. Se encontró apto para su uso”.
En el mismo informe, se indica que dicho elemento podía alojar 15 cartuchos de calibre 9x19 milímetros. El arma contaba con un funcionamiento interno apto.
Mientras que la segunda arma de fuego que se halló, la cual era de Andrés Camilo Sotelo Torres —el único capturado hasta el momento― cuenta con unas características que no le permiten su uso.
“El revolver de Co2 analizado (...) no es apto para disparar”, concluye el informe. Esto debido a que no tenía partes esenciales para su funcionamiento como el “tambor, brazo móvil o grúa palanca de rotación el tambor y no presenta sincronismos de sus mecanismos de disparo”.
En otro de los apartes del informe se indica claramente que en el lugar de los hechos se recuperaron tres proyectiles y tres vainillas, las cuales están siendo evaluadas.
“En caso de establecer uniprocedencia (determinar la autenticidad) con otros casos, el Laboratorio que lo realice le informará de manera oportuna a la autoridad competente”.
La Fiscalía General le imputó a Andrés Camilo Sotelo Torres los delitos de homicidio agravado doloso; y fabricación, porte y uso de armas de fuego.
Tras la pregunta del juez, el procesado se declaró inocente. “Señoría, ¿cómo voy a aceptar si yo soy inocente? Yo en ningún momento disparé un arma de fuego”.
En la audiencia de imputación de cargos, el fiscal de la Unidad de Vida se detalló que Sotelo se expone a una condena entre los 33 y 50 años de prisión.
En su exposición, la Fiscalía General advirtió que el procesado atacó en estado de vulnerabilidad a Juan Felipe Rincón, quien estaba siendo golpeado por un grupo de personas.
Sin embargo, la defensa del imputado señaló que su cliente fue “víctima, no victimario” puesto que era tío de una de las menores de edad a la que Rincón le enviaba mensajes por Instagram e invitaba a salir.
En este sentido aseguró que los familiares de la menor le estaban reclamando al joven por su actuar. Hecho por el cual le advirtieron que iban a llamar a la policía.