Los pagos de cartera de vigencias anteriores, excedentes de los presupuestos máximos fuera de los marcos normativos y pagos diferentes a los recursos que se había asignado para la salud, fueron los más graves hallazgos de la Contraloría en la desviación de por lo menos 6 billones de pesos en medio de la pandemia de covid-19.
SEMANA conoció el informe final que entregó la Contraloría sobre el mal uso que se le habría dado a la plata de la salud de los colombianos, que se asignó para los años 2020, 2021 y 2022, en medio de la pandemia que vivía el país y el mundo a causa del coronavirus.
Dicho documento cita que “lo hallado por el equipo auditor sobre la materia objeto de análisis con respecto al uso y destinación de los recursos de la UPC y presupuestos máximos girados por la Adres a las EPS, en la vigencia 2020, no tuvo la destinación específica de los recursos públicos, por lo que se incumplieron preceptos constitucionales y legales, previstos para tal fin”.
En la Nueva EPS la Contraloría encontró hallazgos fiscales por más de 2 billones de pesos, pero uno de los casos más particulares es que habrían utilizado 40 mil millones de pesos en pagos diferentes a los servicios de salud; como clases de pilates, yoga, viajes, gasolina y otros temas que no tienen nada que ver con la salud de sus afiliados.
En el caso de Sura, el impacto fiscal fue por más de 230 mil millones de pesos en saldar deudas a terceros, pagar carteras de vigencias anteriores con la Unidad de Pago por Capitación (UPC) que estaba destinada para el año 2020 y que también tienen relación con los excedentes de los presupuestos máximos ejecutados por fuera del marco normativo.
Sanitas también tuvo hallazgos por más de 340 mil millones de pesos; Salud Total, por 22 mil millones de pesos; Famisanar, por más de un billón de pesos; Aliansalud, por 50 mil millones de pesos; Asmet Salud, por más de 300 mil millones de pesos; Ecoopsos, por más de 60 mil millones de pesos; Convida, por casi 250 mil millones de pesos, y otras 15 EPS.
El informe también reveló que la EPS que recibe más presupuesto por Unidad de Pago por Capitación, que es el valor anual que se reconoce por cada afiliado del Sistema de Seguridad Social en Salud, es la Nueva EPS con casi 8 billones de pesos, seguido de Sura con casi 4 billones de pesos y Sanitas que recibe 3,6 billones de pesos.
Sobre el pago de deudas de vigencias anteriores, la Contraloría halló que las EPS utilizaron dichas UPC de 2020 para pagar “por 5.516.433.364.738 pesos, con los recursos de la UPC quienes tienen una destinación específica y no podrán ser utilizados para fines distintos a los previstos en la Constitución y la ley”.
Así mismo, la Contraloría halló que durante la pandemia quedaron excedentes de los recursos de la UPC que se habían asignado para el año 2020 y los cuales se debieron regresar a la Adres, “teniendo en cuenta que los recursos de la UPC son de naturaleza público parafiscal, estos no pueden apropiarse por ningún particular y por tanto las EPS no deben ingresar a sus arcas, los excedentes no utilizados en la prestación del servicio de salud”, dice el informe.
Por eso, el documento advierte: “En cuanto a la desviación de recursos públicos, esto sucede porque la UPC debe destinarse como recurso parafiscal, que es al pago del servicio de salud a la vigencia respectiva y para la cual fue calculada y no al pago de las deudas propias y exclusivas de la EPS, generadas dentro de su autónomo ejercicio social”.
Y lo que se habría hecho de pagar las deudas de las Entidades Promotoras de Salud con los excedentes de las Unidades de Pago por Capitación, evidenció que existió una indebida apropiación de un recurso parafiscal, según la Contraloría.
Sobre los presupuestos máximos, la Contraloría logró identificar que para la vigencia del año 2020, quedaron excedentes que superaron los 650 mil millones de pesos en la Nueva EPS, Savia Salud, Capital Salud, AID, Emssanar, Sura, Convida, Sanitas, Mallamas, Capresoca, EPM, Pijao Salud, entre otras.