Ingrid Betancourt vive en Francia, pero no escapa a la realidad colombiana. Por esto, desde el 23 de junio visitará a Colombia y se reunirá con el presidente Iván Duque; la alcaldesa de Bogotá, Claudia López; el jefe del Comité de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, y demás autoridades para ayudar en la búsqueda de soluciones a la crisis profunda por la que atraviesa el país tras más de 45 días de paro.
La idea es la excandidata presidencial es encontrarse con todos los actores del paro, especialmente los jóvenes, fuerzas políticas independientes, empresarios y tender puentes, siempre- según ella- primando las vías del diálogo.
“Creo que tenemos que encontrar una forma nueva de hablarnos. Yo nunca hubiera imaginado desde lo profundo de mi cautiverio que un día tendría la posibilidad de un diálogo humano con mis antiguos captores. Lo que quiero transmitirle al país en esta situación tan difícil, es que la violencia nunca ha sido ni será la solución. Todos queremos la paz, pero la paz necesita un cambio profundo de nuestra relación con el otro”, aseguró Betancourt.
La exdirigente estará en Colombia invitada por la Comisión de la Verdad al acto de reconocimiento de su secuestro por parte de las Farc, un hecho que, sin duda, será clave para Betancourt y el país.
Ese día, la colombofrancesa se encontrará cara a cara con sus captores y hablarán de su secuestro que empezó el 23 de febrero de 2002 y se extendió durante seis años, cuatro meses y nueve días, tras su liberación en 2008 a través de la exitosa Operación Jaque del Ejército.
El día del encuentro con los exfarc, la dirigente, estudiante de teología, también se encontrará con sus antiguos compañeros de cautiverio Alan Jara, Luis Eladio Pérez y John Frank Pinchao, entre otros.
Ingrid Betancourt trabaja por la defensa de los Derechos Humanos a nivel mundial, y es considerada una de las voces emblemáticas de la paz en Colombia.
A comienzos de 2020, Rodrigo Londoño, jefe máximo de las desaparecidas Farc, y actual presidente del partido Comunes, publicó una carta junto a sus compañeros del secretariado donde se mostró arrepentido por los secuestros, a los que calificó como un “gravísimo error”.
“El secuestro solo dejó una profunda herida en el alma de los afectados e hirió de muerte nuestra legitimidad y credibilidad. Tomada esa decisión, en las circunstancias excepcionales de la guerra irregular y buscando equilibrar fuerzas, tuvimos que arrastrar este lastre que hasta hoy pesa en la conciencia y en el corazón de cada una y cada uno de nosotros”, expresó en su momento.
Betancourt valoró el perdón público de las Farc. “Esta última carta a mí sí me llegó, sentí que algo había cambiado (…) Mirando esas palabras que ellos usaron, por primera vez hablan desde lo profundo de su corazón”, expresó a Blu Radio.
No obstante, el relato detallado de lo vivido por Betancourt en la selva, refleja la crudeza con la que los secuestrados fueron tratados por las Farc, y demuestra que, aunque se puede perdonar, no se olvida.