La candidata presidencial por el Partido Verde Oxígeno, Ingrid Betancourt, volvió a lanzar una pulla en contra de su adversario político Gustavo Petro, quien también compite en la carrera por llegar a la Casa de Nariño, en representación de la coalición Pacto Histórico.
Para Betancourt, decir que Petro es el candidato que lucha en contra de la corrupción es ilógico cuando, según ella, el líder de la izquierda colombiana es uno de los aspirantes a la Presidencia que se unió con personajes cuestionables por su pasado político en Colombia.
“#VenderHumoEs que Petro se llame a sí mismo el cambio, cuando dio entrada en su campaña a personajes cuestionables y que representan lo mismo de siempre: políticos corruptos”, escribió la candidata en su cuenta de Twitter.
Cabe recordar que a Petro se le ha criticado mucho la relación con los senadores Armando Benedetti y Roy Barreras, así como la decisión de incluir a Alfonso Prada, a quien designó, junto con Katherine Miranda, como sus jefes de debate. De esta lista, Miranda es la única que no ha tenido líos con la justicia en términos de corrupción.
Por esto, para los opositores de Petro, que él se considere como el “adalid” de la lucha anticorrupción no solo es mentira, sino un “acto de cinismo”, como lo han tildado algunos.
¿El Pacto de la Picota?
Asimismo, cabe recordar que la campaña presidencial de Petro ha sido altamente criticada en las últimas dos semanas luego de conocerse que su hermano, Juan Fernando Petro, se reunió con algunos presos en la cárcel La Picota de Bogotá, incluyendo el exsenador Iván Moreno, condenado por su participación en el escándalo conocido como el Carrusel de la Contratación, en el que hubo varios negocios corruptos en relación con la construcción de la avenida 26 en Bogotá.
Según Juan Fernando, en la reunión que tuvo con estos reclusos se habló, entre otros temas, sobre el llamado ‘perdón social’, una estrategia que se habría gestado en el seno de la campaña presidencial de Gustavo Petro, y que tendría como fin mejorar las condiciones de derechos humanos de los presos en las cárceles de Colombia, además de dar uno que otro beneficio en pro de que estas personas puedan recuperar su libertad antes de lo esperado.
Sin embargo, en los toldos de las otras campañas presidenciales, como la de Federico Gutiérrez, esta situación se tildó como el Pacto de La Picota, ya que, según las acusaciones de sus adversarios políticos, Petro estaría intentando comprar votos al interior de las cárceles, prometiendo rebajas de penas a los presos de gran calibre (como Moreno) que pudieran ayudarle en su tarea camino a la Presidencia del país.
“Eso es un acuerdo criminal llamado el pacto de La Picota, que es un pacto criminal donde lo que quieren ellos es lograr unos votos a cambio de prometerles a estos corruptos y criminales que están en la cárcel rebajas de pena, o un perdón, o una absolución de sus crímenes”, indicó Gutiérrez en conversación con Vicky en Semana.
Luego añadió: “Otra cosa es que aquí estén tratando de ocultar todo, y sobre todo cuando fueron cogidos con las manos en la masa o como decía uno, los cogieron comiendo en clase (...). Aquí nos quieren llevar entonces a que, a cambio de unos votos de estas estructuras criminales, donde ejercen control territorial en diferentes partes del país, pudieran controlar cierta parte de la población y los obligarían a votar por el otro candidato y poner en riesgo la democracia y darles absolución total de todos sus delitos”.
Cabe recordar que tanto Petro como su hermano negaron que las reuniones con los presos tuvieran algo que ver con la campaña presidencial. Según Juan Fernando, el encuentro con Moreno y los otros reclusos forma parte de una actividad social y comunitaria que él dirige en compañía de varios grupos religiosos, y que en ningún momento Gustavo Petro ha tenido relación alguna con estas misiones.