Íngrid Betancourt se fue de la Coalición Centro Esperanza en medio de diferencias con los demás líderes, especialmente con Alejandro Gaviria, a quien acusó de tener maquinarias políticas que lo respaldan.
En medio de su campaña, en la que irá sola a la primera vuelta con su partido Oxígeno Verde, lanzó una propuesta para lo que sería su eje fundamental: un fondo común para todos los colombianos a través del cual se pueda devolver la plata de quienes se la han robado a través de corrupción.
Según explicó, este programa se basará en una recuperación, compensación y sanción a los ciudadanos. “Vamos a crear un fondo de destinación específica. Vamos a reconocer y desembolsar estas compensaciones. (El fondo) se va a alimentar de la incautación de dineros y bienes ilícitos provenientes del narcotráfico, de las rentas desfalcadas a la nación por políticos corruptos”, aseguró Betancourt.
Dijo que esta es una idea innovadora que nunca se ha aplicado en Colombia, pero que tiene ideas de otros países. Por ejemplo, presentaría una ley adicional para incentivar a los funcionarios que den a conocer los distintos casos y así obtengan recompensas.
Agregó que el ejemplo empieza por casa y, por eso, si llega a la Presidencia, lo primero que haría es verificar que cada funcionario de su gabinete no tenga tacha alguna.
Para la investigación conformará un grupo ad-hoc, interdisciplinario, que podría investigar de forma independiente estos casos. “Cuya función exclusiva será investigar, perseguir y recuperar los activos de los carteles y los dineros de los políticos de los funcionarios corruptos, así como de los fondos que transitan por las maquinarias que estos personajes poderosos tienen bajo su control”, comentó la candidata.
Aclaró que no se crearán nuevos cargos o entidades, habrá un tribunal especial que podrá sancionar políticos y funcionarios que hayan cometido algún acto de corrupción o que hayan acumulado una riqueza que no puedan justificar.
Betancourt aclaró que este propósito no se trata de un ataque contra ningún sector o ideología, sino que le interesa perseguir a los corruptos y combatir ese problema en el país.
Aseguró que no se trata de un problema “moral” y que los políticos no están proponiendo soluciones concretas para acabar con la corrupción. “Solo les dan oportunidad a los corruptos de extorsionar más, de robar más”, mencionó. Considera que la corrupción se debe atacar desde arriba y que esto es lo que genera pobreza en el país.
Dijo que muchos le criticarán esta propuesta, incluso de sectores con los que alguna vez tuvo afinidad. “Sé que muchos candidatos, de izquierda, derecha y, desafortunadamente, creo que también del centro, buscarán descalificar mi programa y mi respuesta a todos ellos es simple: llegó la hora de acabar con la corrupción. Llegó la hora de promover a los funcionarios honestos. Llegó la hora de permitir que entren al servicio público los colombianos mejor preparados, los que tengan una verdadera vocación de servicio y que quieran apostarle a una nueva visión de país”.
Comentó que puede hacer este tipo de propuestas porque es libre y lleva varios años alejada de la controversia política, de las maquinarias y de los partidos tradicionales. “No tengo jefe político”, dijo.
“Estoy libre de las cadenas con las cuales nos quieren amarrar, neutralizar y arrodillar los corruptos del sistema (…) las maquinarias no me asustan y no me van a presionar”, mencionó Íngrid.
Señaló que este es un punto de partida, pero que desde allí enfocará todo su programa de gobierno que le presentará a los colombianos para estas elecciones.
Cabe recordar que luego de romper con la Centro Esperanza, Íngrid tuvo un repunte en las encuestas en las que toda esa pelea y su discurso anticorrupción la catapultó al tercer lugar con el 7 % luego de Gustavo Petro (27 %) y Rodolfo Hernández (14 %).