A Angélica Lozano e Íngrid Betancourt las unía la amistad y la política. A los 23 años, el primer voto al Senado de la ahora destacada congresista fue a favor de la disruptiva fundadora del partido Verde Oxígeno. Posteriormente, la joven abogada se convertiría en parte de su UTL. Desde ahí, existió un vínculo que se reencontró durante la creación de la coalición Centro Esperanza.

Angélica Lozano, junto a Íngrid Betancourt, aprovecharon que no aspiraban a la Presidencia para ser mediadoras en el cónclave propuesto por Juan Fernando Cristo. Esto, aseguraba en su momento la senadora, estaba por encima de intereses personales y vanidades.

Sorpresivamente, después de asegurar que su fin era unir al centro, Betancourt se convirtió en candidata y comenzaron los problemas para la convergencia. Lozano, por la invitación de la exsecuestrada de no votar por la Centro Esperanza, fue dura con quien en algún momento fue amiga y aliada.

En entrevista con María Isabel Rueda para El Tiempo, la senadora narró la evolución de Íngrid desde “niñera” de la convergencia a enemiga declarada de la misma. Incluso, aceptó que le pidió que renunciara a su aspiración en un punto.

“Íngrid vino en junio del año pasado a atestiguar ante la Comisión de la Verdad, y en esa visita, ella solita, tuvo cita con todos los actores de la coalición, sin mediación alguna. Yo le compré de regalo los libros de Alejandro Gaviria. Le dije, mire, léalos, porque uno no sabe si este personaje de pronto se lanza y despega”, aseguró la senadora al medio impreso.

En medio de sus acercamientos políticos, el fallo que permitió el regreso de su partido la tomó por sorpresa. Según Lozano, “ella solita se metió de mediadora” del centro sin ser invitada.

“Pero de pronto Íngrid ya tuvo partido nuevo, y aunque al principio estuvo dispuesta a que lo usara quien lo necesitara (Fajardo o Alejandro, si no tenían las firmas) terminó cambiando de rol y pasó de facilitadora a candidata”, agregó.

Lozano, al ser cuestionada sobre una posible traición de Íngrid, afirmó que es el caso. “Yo le dije que creía que su candidatura dividía el centro, eso es lo más grave. La visité y le dije con todo el afecto (porque soy una de las personas que siempre la han querido) que cualquier división, por pequeña que parezca, puede ser la que le dé el triunfo a Petro o a la derecha”, dijo.

La Coalición Centro Esperanza después del cónclave. | Foto: GUILLERMO TORRES

“Segundo, en la coalición le preguntamos a Ingrid durante muchos meses: ¿qué quieres, ser candidata presidencial? No. ¿Formula vicepresidencial? No. ¿Encabezar la lista al Senado? No. ‘Solo quiero ayudar. Estoy aquí solamente para que esto se dé. Solo quiero articular y contribuir’”, relató.

Betancourt, en un video, invitó a no votar por la coalición Centro Esperanza por la existencia de las llamadas maquinarias al interior, las cuales habrían entrado por medio de Alejandro Gaviria. La reacción de la senadora a esto fue contundente.

“Injusto. Absurdo. Dañino. Descabellado. No solo yo, todos confiamos en ella. Se lo digo: es hasta doloso”, aseveró.

En el momento, desde la salida de Íngrid Betancourt, la unión de la coalición Centro Esperanza cuelga de un hilo por las alianzas de Gaviria. Se suma a esto las rencillas entre Amaya y Galán, que fueron tan fuertes que se pone en duda que se reponga rápidamente esta relación. Todo apunta a que, después del resultado del 13 de marzo, la convergencia se acaba y cada candidato se va por su propio camino.

Lozano, quien parece haberle dado la espalda a Sergio Fajardo, apoya al exrector de la Universidad de los Andes en la consulta.