Mientras las autoridades buscan por cielo y tierra a Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, tras confirmarse su fuga. SEMANA conoció un documento enviado en julio pasado por el capitán Jaime Pacheco Bohórquez, director encargado del centro de reclusión penitenciario y carcelario virtual del Inpec, en el que advertía el grave riesgo de fuga que existía.
En el oficio, enviado a la jueza tercera de ejecución de penas de Medellín que le otorgó la detención domiciliaria a Pichi con el mecanismo de vigilancia electrónica, se aseguraba que existían graves antecedentes de intentos de fuga y materialización de escape de este hombre que es considerado el Pablo Escobar de Bucaramanga.
El capitán citó dos hechos en concreto: en diciembre de 2011, siendo uno de los cinco hombres más buscados por las autoridades en la capital santandereana, “logró huir” de un “gigantesco operativo en el que fueron capturados 22 de los miembros de su organización delincuencial”.
Después de este operativo, se logró establecer que se fugó a Venezuela hecho por el cual se expidió circular azul de Interpol para lograr su ubicación. “Desde allí, el delincuente mantenía el control y el mando de los más de diez expendios clandestinos que tenía en los barrios San Rafael, El Pinar, Chapinero y Comuneros, en el norte de Bucaramanga, donde comercializaban marihuana, bazuco, cocaína y drogas sintéticas”.
En el año 2015, Pichi protagonizó otra fuga. En esa oportunidad, mientras estaba en una diligencia judicial en el hospital “saltó por una de las ventanas de establecimiento y emprendió la huida”.
Debido a estos graves antecedentes, y su “connotación delincuencial”, se advirtió la necesidad de revisar la medida que se le iba a otorgar a alias Pichi.
“Es deber de esta dirección y de la manera más respetuosa y atendiendo su buen juicio, el informar o comunicarle oportunamente sobre las condiciones especiales de alto perfil y el nivel de riesgo que representa para la seguridad y le orden público de país el privado de la libertad Óscar Camargo Ríos”, concluye el documento.
SEMANA conoció un informe del Inpec que da cuenta como alias Pichi se ha fugado de la detención domiciliaria en por lo menos 14 oportunidades.
Los primeros reportes arrancaron el pasado 16 de julio y se extendieron hasta el 9 de agosto. Salidas no autorizadas de su residencia, incluso cambios de domicilio, es decir, tomaba por sí solo la decisión de cambiarse de casa sin informar a las autoridades.
Alias Pichi es señalado de múltiples homicidios, así como de manejar las redes del narcotráfico y microtráfico en el oriente del país.
El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, señaló: “Hemos recibido la información de que fue revocada la medida detención domiciliaria a alias Pichi y tendrá que volver a medida a intramural. Es una buena noticia para Bucaramanga dada su importancia en las estructuras criminales. Los delincuentes deben estar en prisión”.