Los diferentes episodios de abuso policial que han tenido lugar en la agenda pública tienen en la cuerda floja al ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo, un escenario que dio pie para que algunos políticos pidieran la moción de censura en contra del jefe de esta cartera. Si bien la Cámara de Representantes será la plaza en donde se discutirá esta decisión, todo apunta a que por el número de votos, Holmes Trujillo continuaría al mando del Ministerio de Defensa.

Son varias las salidas en falso las que le critican al ministro, pero quizá la gota que rebozó la copa fue el asesinato del estudiante de derecho Javier Ordóñez a manos de unos agentes de la Policía. Este caso provocó movilizaciones en todo el territorio nacional, en donde los manifestantes protestaban por el exceso de fuerza de los uniformados y exigían un cambio dentro de la fuerza pública del país. Fueron varios los días de protestas en torno a este suceso, incluso con actos vandálicos como la quema de los CAI y más de una decena de buses del Sistema Integrado de Transporte.

Días más tarde, Colombia amaneció con otro hecho para lamentar, cuando se conoció que un soldado del Ejército asesinó a Juliana Giraldo Díaz en Cauca. Los dos casos son objeto de investigación de la Fiscalía General de la Nación.

Pero no todo está relacionado con este frente que atiende el ministro, sino también con su postura en relación con el uso del glifosato. Bien es sabido que el jefe de la cartera de Defensa ha defendido con fervor el uso de este químico para la erradicación de los cultivos de coca en el país –que cuenta incluso con el apoyo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump–, algo que no genera un impacto positivo en la opinión pública por los efectos que puede tener en la salud de las personas y el impacto ambiental.