La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, no aprende. En esta oportunidad lanzó una peculiar frase cuando se le preguntó por los eternos trancones que soportan los ciudadanos en la Autopista Norte, lo que afecta la movilidad de las rutas escolares.

Según dijo la mandataria en Caracol Radio, el Distrito le ha venido haciendo mantenimiento a la Autopista Norte desde diciembre, pero indicó que el verdadero problema de esta vía es que es hay un embudo a la entrada a la capital del país.

Frente a este problema, la alcaldesa le echó la culpa a los padres de familia por los trancones que a diario viven los niños para llegar a los colegios, pues dijo que son los padres los que deciden dónde matricular a sus hijos.

“Son los padres de familia los que escogen poner a sus hijos en un colegio que queda a dos horas de su casa”, dijo Claudia López.

Esta frase hace recodar cuando les pidió a los bogotanos que vendieran su carro si no estaban de acuerdo con el pico y placa todo el día.

“Los impuestos son por tener carro. Lo invito a que lo venda, use bicicleta, use transporte público o compártalo”, dijo recientemente.

Para tratar de mejorar la movilidad de algunas rutas escolares de varios colegios que están alrededor de la calle 207, la Secretaría de Movilidad acordó en una reunión con los colegios Gimnasio del Norte, Corazonista, Nogales, Enseñanza y Harvard que en entre las 6:00 a. m. y las 8:30 a. m. el retorno del San Viator va ser usado única y exclusivamente para las rutas de estas instituciones educativas, lo que beneficiaría a cerca de 250 rutas escolares.

Sin embargo, esta medida va a perjudicar a las rutas de otros 14 colegios y a más de 1.500 unidades de vivienda del sector, en el sentido que al permitirse que el retorno de San Viator sea usado únicamente por las rutas de estos cinco colegios, va a obligar que los demás tengan que recorrer ocho kilómetros adicionales hasta el retorno del Bima, lo que fácilmente en hora pico se podría traducir en otros 45 minutos de trayecto y en una movilidad caótica.

Así las cosas, con esta medida, los verdaderos perjudicados serán los niños que estudian en los otros colegios, porque fácilmente pueden llegar a demorarse hasta tres horas en los trayectos.