Como Julián David Garzón fue identificado el patrullero de la Policía que resultó herido luego de un ataque armado en la zona conocida como Campo Dos del municipio de Tibú, en Norte de Santander. El uniformado estaba de patrullaje con sus compañeros cuando fueron atacados con ráfagas de fusil, las balas lo alcanzaron en sus piernas. En el sitio, y en medio de la lluvia de disparos, lograron brindarle los primeros auxilios, pero no fue suficiente.

Herido, lo llevaron hasta el casco urbano con el objetivo de trasladarlo a un hospital de mayor complejidad. La remisión era urgente y una posibilidad estaba en los vehículos que tenían funcionarios de la Cruz Roja Internacional, pero se negaron, de acuerdo con la denuncia que hicieron ciudadanos y que dejaron en video.

El uniformado herido de gravedad en su pierna esperaba la atención humanitaria que como misión tiene la Cruz Roja Internacional, pero en esta oportunidad no fue posible recibirla, solo era un traslado que pudo hacer la diferencia, el patrullero perdió su pierna, pues el tiempo y la sangre que salía de su cuerpo no dio tanta espera.

“El estado del paciente, evidenciando que presenta una herida en extremidad inferior izquierda, comprometiendo los vasos sanguíneos por la hemorragia severa y shock hipovolémico, donde el enfermero del grupo de operaciones especiales brindó atención de primeros auxilios colocando torniquete a la altura de la ingle de la pierna izquierda y vendaje compresivo en la herida”, señala un reporte conocido por SEMANA.

El uniformado tuvo que esperar casi 24 horas para ser traslado a un hospital de mayor complejidad, fue remitido a la Unidad de Cuidados Intensivos donde lograron estabilizarlo y salvarle la vida, pero no la pierna. Los médicos advirtieron que las demoras en el traslado fueron determinante en su condición de salud y por supuesto en la necesidad de amputarla.

“Recibiendo atención médica en sala de reanimación del servicio de urgencias, inician protocolo de transfusión masiva, traslado a quirófano, manejo por cirujano vascular, realizando ligadura de arteria femoral superficial proximal por sangrado abundante en la parte venosa”, advierte el reporte que anticipó la decisión de amputar la extremidad del uniformado.

Los ciudadanos y un grupo de uniformados en retiro rechazaron la actuación de los funcionarios de la Cruz Roja Internacional. Aseguraron que no alcanzan a entender por qué un organismo internacional dedicado a la atención humanitaria, se negó a prestar un servicio esencial a un uniformado herido, y que requería de manera urgente un traslado a disposición de estos funcionarios, con la negativa sentenciaron al policía.

“Es inaudito que teniendo la posibilidad de prestar atención médica, se nieguen en la cara de un policía herido, que pudo perder la vida solo por negarse a prestar un traslado que tenían la posibilidad de cumplir. La comunidad se lo solicitó y ellos simplemente se negaron sabiendo que ese traslado era urgente y que la decisión que tomaron pudo acabar con la vida de este compañero”, dijo un policía en retiro que conoció y compartió la información.

Estos uniformados en retiro, que analizan el material en video como registro de la falta de atención, evalúan denunciar internacionalmente la actuación de los funcionarios de la Cruz Roja por ignorar u omitir su misión en Colombia.