Un insólito caso se presentó en la Clínica del Caribe en Barranquilla, cuando un hombre de 93 años expulsó, casi 10 días después el blister o ‘envolutra’ metálica de una pastilla que le fue suministrada en el hospital mientras se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos.
En diálogo con SEMANA, la periodista Kimberley Reyes, nieta del hombre afectado, contó que su abuelo ingresó el pasado 26 de junio a la Clínica del Caribe tras sufrir de una afección cardiaca y tuvo que ser remitido a la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Él estaba consciente y bien, pero como en la UCI no se les permite acompañante, estaba solo allí y solo podía recibir visitas una hora en la mañana y media hora en la tarde”, explicó Reyes.
El proceso de recuperación iba bien con excepción del día 10 de julio, cuando el paciente empieza a sentir un dolor en la garganta tras haber tomado una pastilla. “Las pastillas se las dan a ellos en un vasito y él pues tiene problemas de visión así que no notó nada raro allí”, contó Reyes.
Sin embargo, con el paso de los días, el abuelo continuaba con la molestia, sentía mucho dolor en su garganta, estaba disfónico y por más agua que tomaba el olor no pasaba. “El le decía a los médicos que sentía mucho dolor, pero ellos solo le decían que debía tomar agua”. explicó la joven.
Un día después, los médicos le dijeron a los familiares que el paciente había dado positivo para covid-19, algo que les resultó extraño. “Los médicos nos dicen que es covid positivo y que si alguno de nosotros había sido diagnosticado con la enfermedad, pero ninguno de nosotros la teníamos, se nos hizo raro, pero pues uno le cree a los médicos”, dijo Reyes.
De esta manera, los médicos justificaron además la fuerte tos que padecía el paciente en ese momento. Para el 16 de julio, le dan de alta y de camino a la casa, cuenta Reyes, le dio un ataque de tos incontrolable hasta que logra expectorar el blister de la pastilla.
“En ese momento el siente un alivio inmediato”, contó sorprendida la periodista.
Inmediatamente, la familia se comunicó con la clínica para lograr respuestas sobre lo sucedido. “Ya en casa él se siente más tranquilo, aunque el dolor persiste y le cuesta un poco comer, lo que no estaba haciendo desde hace varios días en el hospital, pero además porque seguro eso le lastimó mucho, al ser de metal”, contó Reyes a SEMANA.
De acuerdo con la periodista, recibió una llamada en la noche del domingo 17 de julio por parte de la unidad de atención al cliente de la Clínica para hacerle seguimiento al hecho.
“Me llamaron y me dijeron que iban a hablar con los médicos y que se abriría una investigación para determinar qué era lo que había sucedido”, explicó Reyes, y añadió “yo les pedí que se enviara a alguien a la casa para poder hacerle seguimiento a su estado de salud, revisar si está todo bien y si él se encuentra fuera de peligro”.
También aseguró que, gracias a su publicación en redes sociales, al Superintendencia de Salud le respondió vía Twitter solicitándole todos los datos y un teléfono para poder comunicarse con ella y hacerle un seguimiento al caso.
“Tengo un mensaje de voz de la Supersalud, por alguna razón no me entró la llamada, pero me dicen que ya se estaban tratando de comunicar con la familia para poder esclarecer los hechos”, concluyó Reyes.
La historia dejó a los usuarios de Twitter sorprendidos, ya que este tipo de casos son comunes en algunas clínicas y, aunque se trata de un error, genera preocupación la falta de una pronta atención.