Lo primero que hizo el abogado de alias Pirry, cabecilla de la banda de asesinos conocida como Tasmania, cuando observó que en la audiencia de libertad por vencimiento de términos estaba algunos medios de comunicación, fue pedirle a la juez cerrar la diligencia y excluir a los miembros de la prensa. Sin embargo, no alertó que hace un año y medio en este proceso, no asiste la Procuraduría.
De forma insólita, en un caso con la relevancia mediática y el impacto que tuvo el secuestro, tortura y asesinato de Michel Ayala, la niña que terminó en el infierno del barrio San Bernardo, considerado el nuevo “Bronx” de Bogotá, la Procuraduría se marginó y dejó sola a las víctimas. Un año y medio sin asistir a las diligencias.
Así lo confirmaron las propias víctimas en la diligencia que se aplazó y que buscaba la libertad del señalado determinador del crimen, el cabecilla que dio la orden de asesinar a Michel. “Cuando el delincuente pide que la prensa no asista, consideró que nuevamente buscan callar a Michel, y con esa audiencia, de vencimiento términos, sentimos como si estuviera huyendo por una ventana procesal”, advirtieron las víctimas.
La misma juez encargada de definir si el señalado cabecilla criminal quedaría en libertad por vencimiento de términos advirtió lo que estaba ocurriendo en el proceso y cómo desde hace más de 18 meses la Procuraduría se ausentó del mismo, cuando se supone que el delegado del Ministerio Público debe atender la vigilancia por el respeto al debido proceso, no solo de la víctima, sino también del indiciado.
“Se hizo una citación a un ministerio público que se pudo establecer que hace un año ya no laboraba y que el funcionario que se logró la comunicación, que era Ministerio Público, en ese aspecto se ha señalado, hace unos momentos, que era otro el funcionario, lográndose la comunicación y pudiéndose establecer que a ese juzgado especializado, al noveno, le correspondió a otro ministerio público”, advirtió la juez.
Al mismo tiempo, el despachó advirtió que sería un inadecuado comportamiento del abogado defensor de alias Pirry que en el curso de la dirigencia simplemente se ausentó argumentando una situación médica, lo que llamó la atención de las víctimas para pedirle a la juez compulsar las copias respectivas, con el objetivo de investigar su actividad en el proceso.
“Ese comportamiento, ya que si bien es cierto es una situación indebida, pues el defensor ha debido notificar al ministerio público y no lo hizo, citó una persona que no es y ahora aduciendo que ha transcurrido un tiempo y que no se le brinda las garantías, asunto que está fuera de toda realidad, porque se ha estado pendiente para realizar la audiencia, la secretaría ha hecho las diligencias pertinentes para la conexión”, explicó el juzgado.
Dos asuntos llaman la atención en este proceso que resultó tan triste no solo para las víctimas, sino para el país, cuando se conoció la historia de Linda Michel. Primero, que la Procuraduría se marginó tanto tiempo de esta actuación y segundo, lo que desde ya se advierten como maniobras dilatorias de parte de la defensa con el propósito de obtener la libertad del señalado asesino.