El general Juan Carlos Ramírez fue designado como inspector del Ejército, cargo en el que se venía desempeñando hasta hoy, cuando la propia institución confirmó que el oficial salía “por la dinámica institucional y a los procesos de administración del talento humano que se dan de manera periódica”.
Es de recordar que el general Ramírez fue relacionado por varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, con su presunta participación en casos de falsos positivos.
En su momento cuando el Congreso aprobó el ascenso del general Ramírez, el senador Iván Cepeda hizo un duro cuestionamiento. Dijo que “es un ritual en esta comisión que, año tras año, se producen los ascensos de oficiales, se señalan los casos en los cuales hay hechos graves que deben ser investigados y posteriormente la justicia tiene que apelar decisiones con oficiales que han sido objeto de ascensos en esta comisión”.
Inicialmente la Fiscalía General de la Nación abrió tres procesos contra el oficial Ramírez, por su presunta responsabilidad en casos de falsos positivos, investigaciones que han se encuentran en manos de la justicia.
Además, el general Ramírez, resultó cuestionado, cuando durante la administración del general Nicacio Martínez, como comandante del Ejército, se revelaron unas láminas militares en donde el oficial, al parecer, le pedía a sus hombres resultados operacionales, que fueron interpretados como presiones que podrían revivir los falsos positivos.
“El Ejército Nacional agradece inmensamente la labor, la dedicación, la entrega y el profesionalismo por más de tres décadas de servicio a la patria al señor mayor general Juan Carlos Ramírez Trujillo, quien actualmente se desempeñaba como inspector general del Ejército Nacional. Su retiro de la Fuerza obedece a la dinámica institucional y a los procesos de administración del talento humano que se dan de manera periódica en el Ejército Nacional. Como inspector general quedará encargado el señor mayor general Helder Giraldo Bonilla, sin perjuicio de su actual función como Jefe de Estado Mayor de Operaciones del Ejército”, señaló el Ejército.
Pese a los señalamientos por presuntos falsos positivos, cuatro de las investigaciones que tenía abiertas la Fiscalía contra Ramírez fueron cerradas. Una por tres homicidios ocurridos en el municipio de El Peñol, a manos del Batallón de Artilleria # 4, cuando Ramírez se desempeñaba como comandante de esa unidad militar.
El otro proceso contra Ramírez que fue archivado por la Fiscalía, fue por uno hechos ocurridos en el municipio de Guatapé, por el mismo batallón de artillería. En esa ocasión fueron asesinados Wilson García, Adrián Steve Henao, Jhon Fredy Mira, Germán Uribe y Francisco Javier Galeano, pero el comandante no fue involucrado por el ente acusador.
La salida del general Ramírez se suma a la que recientemente fue confirmada por el Ejército, del excomandante de la Segunda División, el general Marcos Evangelista Pinto, también salpicado con casos de falsos positivos.
Para el caso de Pinto, el oficial había sido relevado de su cargo, luego de los dos atentados que se presentaron en Norte de Santander, contra la Brigada 30 y contra el presidente Iván Duque, Pinto era el encargado de la seguridad en esta región del país al ser el comandante de la Segunda División.
El general fue trasladado a Bogotá al comando de educación, pero según informó el Ejército el propio oficial pidió ser retirado de la fuerza.
Es de señalar que para el caso de la Brigada 30, en imágenes quedaron registradas las presuntas fallas en el esquema de seguridad que debía tener el complejo militar. En grabaciones se observa cómo la camioneta que fue ingresada con explosivo no tuvo una rigurosa inspección por parte de la guardia.
Incluso se logra detallar cómo un solo soldado habla con el conductor de la camioneta, le hace una breve inspección y luego le da vía libre para que siga hacia el cantón militar.
Expertos en seguridad militar indicaron que en la guardia debían estar como mínimo tres soldados, cada uno con un perro antiexplosivos y antinarcóticos para inspeccionar los vehículos.
Luego de registrarse el atentado contra la Brigada 30, en Norte de Santander, a los pocos días se dio el atentado contra el presidente Iván Duque, cuando llegaba al aeropuerto Camilo Daza, en Cúcuta. El responsable de la seguridad en la región era el general Marcos Pinto.