Terror hay nuevamente en zona rural del departamento del Cesar por un caso de violencia sexual en contra de un menor de edad. Y precisamente, fuera de los perímetros urbanos de la región Caribe, es donde más denuncias de este tipo de crímenes llegan a oídos de las autoridades.

En esta ocasión, el horror se produjo en la vereda Palmarito, que hace parte del municipio de Pueblo Bello. Familiares de la víctima lograron hacer efectivas las denuncias ante la ley y hubo rápida respuesta por parte de los entes correspondientes, pues lograron capturar al responsable.

Por el origen étnico del victimario, autoridades indígenas y civiles tuvieron que trabajar de la mano para dar con él. | Foto: Getty Images

De acuerdo a informaciones preliminares recogidas por la Fiscalía General de la Nación a través de la madre del menor de edad afectado, su primo, quien es un integrante de la etnia arhuaca, habría abusado sexualmente de su hijo cuando se disponía a realizar las labores del campo, el pasado 7 de agosto.

El comportamiento del niño comenzó a ser bastante diferente a lo habitual, por lo que la mujer se alertó hasta que pudo dar con la verdad. Sorprendida, contó lo que sucedió a las autoridades locales, quienes transmitieron el caso.

De esta manera, el 9 de agosto, tan solo dos días después de lo ocurrido, se produjo la captura del responsable. El operativo se adelantó en el barrio Centro del municipio en cuestión. Activos del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI), uniformados del Ejército Nacional, así como autoridades indígenas del resguardo Businchama y Gunchukua hicieron parte del equipo que integraron para realizar la aprehensión.

De esta manera, ya en poder de las autoridades judiciales del país, el hombre fue dejado a disposición de un juez con funciones de control de garantías, el cual determinó dar medida de aseguramiento intramural en establecimiento carcelario por imputársele el delito de acceso carnal violento agravado.

Este caso se une a otros acontecidos recientemente en varias regiones del país, los cuales han llenado de preocupación a la comunidad, como el que se dio en Lorica, Córdoba.

Las cifras de abusos sexuales en la costa norte de Colombia son alarmantes. | Foto: Alfonso Cacciola

Padre se aprovechaba de los momentos en que quedaba a solas con su hija para someterla a vejámenes sexuales

La lucha contra el abuso sexual infantil dio un paso contundente con la captura de un hombre, señalado de perpetrar un repudiable acto. En una operación conjunta entre la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, se logró la detención de un hombre acusado de haber accedido sexualmente a una menor de 12 años, un acto deplorable que ha conmocionado a la comunidad de Lorica, municipio de Córdoba.

El arresto se llevó a cabo en una vía pública del barrio Remolino, de Lorica, donde los efectivos de la Policía materializaron la captura del sospechoso. La detención se realizó en respuesta a una orden emitida por el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal con función de control de garantías, en relación con el presunto delito de acceso carnal violento agravado en concurso homogéneo y sucesivo.

La indignación y la preocupación han crecido tras conocerse los detalles de la investigación. Según las averiguaciones, el detenido, un hombre de 42 años, habría perpetrado el abuso sexual contra su propia hija, una niña de tan solo 12 años. La menor habría sido sometida a un acto traumático que involucra amenazas y violencia por parte de quien debería ser su protector.

Los hechos habrían tenido lugar en mayo del presente año, dejando una sombra oscura sobre la comunidad local. La captura del presunto abusador representa un paso crucial en la búsqueda de justicia y protección para la víctima.

Padre se aprovechaba de los momentos en que quedaba a solas con su hija para someterla a vejámenes sexuales. | Foto: Policía Nacional

El individuo fue trasladado a la Fiscalía 22 en la ciudad de Montería, donde enfrentará los cargos en su contra. La Policía Nacional y la Fiscalía reiteran su compromiso inquebrantable en la lucha contra el abuso infantil y la defensa de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.

La comunidad es llamada a ser parte activa en la protección de los menores, denunciando cualquier hecho sospechoso o preocupante. Las líneas de emergencia 123 y 141 se mantienen disponibles las 24 horas para recibir reportes y actuar de manera inmediata.