La guerra de los narcos está ahogando Tumaco. Desde el desarme de las Farc, al puerto nariñense se lo tomaron dos estructuras de disidentes de la guerrilla que hoy se enfrentan a sangre y fuego. De un lado, al sur del puerto y hacia la frontera con Ecuador, está Guacho, comandante del Frente Óliver Sinisterra, el asesino de los tres trabajadores del diario El Comercio. Del puerto al norte, hacia el Cauca, está David, a la cabeza de las Guerrillas Unidas del Pacífico.Aunque la violencia de las acciones de Guacho y su tropa lo han convertido en el principal objetivo de las autoridades, su estructura enemiga, la de David, también es un blanco clave por el volúmen tan grande de drogas que mueven y su creciente número de hombres en armas. Justamente, esta semana, la Policía, en un trabajo coordinado con la Fiscalía, la Armada y autoridades ecuatorianas, capturó a 8 miembros del brazo financiero de la estructura.Lo particular de la investigación es que cuenta con interceptaciones a los teléfonos de los presuntos narcos, donde queda en evidencia la red y dan pistas de su funcionamiento. El grupo de David, particularmente, tiene bajo su dominio varios ríos de la zona, por donde llevan la base de coca desde los cultivos del Cauca (Guacho controla los cultivos de Nariño) a los laboratorios que tienen en Tumaco, y desde allí la embarcan.En contexto: Bombas, balaceras, minas y torturas: Tumaco está ahogado por la violenciaTambién cobran un impuesto de un millón de pesos por kilo de base y dos millones por kilo de clorhidrato que se transporte por sus zonas de dominio. En uno de los audios, por ejemplo, queda claro cómo arman los cargamentos para los compradores, y cómo funciona el pago de los denominados impuestos.

Entre los capturados hay dos hombres que disponían de una chequera de 300 millones de pesos para pagarle a informantes sobre los movimientos de las autoridades, pero también del grupo de Guacho, contra quienes mantienen un fuerte enfrentamiento, especialmente en los mismo barrios del puerto, donde ya se han establecido fronteras invisibles. Potenciada por esa guerra, la violencia en el municipio dejó 90 muertos en el primer trimestre del año, lo que representó un incremento del 47% en esa cifra respecto al mismo periodo del año anterior.Los otros capturados eran motoristas de las embarcaciones donde se movía la droga y encargados del acopio de la misma en las caletas, donde iban juntando los cargamentos hasta que eran lo suficientemente grandes para enviarlos rumbo a Centroamérica. Según las investigaciones de la Policía, la primera parada era en Ecuador, donde hay una estructura, dirigida por alias Gafudo, quien está a cargo del abastecimiento de combustible en puntos como las islas Galápagos, y de apoyarlas para que sigan su viaje hacia Honduras y Costa Rica.En uno de los audios, por ejemplo, queda en evidencia un reporte entre dos hombres de la organización sobre la incautación de un cargamento de droga por parte de la DEA. En la llamada se refieren como "ecua" al contacto en el país vecino, como "americana" a la agencia estadounidense y le dicen "comida" a la cocaína.

Durante la investigación que condujo a la captura, según la Policía, se incautaron 1,470 kilos de cocaína, avaluados alrededor de 7.000 millones de pesos en el puerto (ya en Centroamérica su valor se multiplica por 5), y también les quitaron 294 millones de pesos en efectivo. Las cifras dan cuenta del poder financiero de estas estructuras que se concentran en Tumaco, y con el que estarían aumentando también su capacidad armada.Le recomendamos: "¡Esta guerra no es con nosotros!", Tumaco volvió a marchar por la vida y la justiciaAunque la disidencia de Guacho y la de David comenzaron con hombres de las Farc, ante la guerra que mantienen, y con el dinero del narcotráfico, siguen reclutando más hombres y comprando más armamento. "Las operaciones en Tumaco continúan, seguiremos capturando y desarticulando estructuras criminales a fin de recobrar la paz y la tranquilidad de este importante municipio”, dijo el general Jorge Nieto, director de la Policía.En otra de las interceptaciones se habla de un cargamento de cocaína que había sido encaletado, para esconderlo de las autoridades. Uno de los interlocutores pide ayuda para encontrarlo, pues no identifican el punto donde la droga fue enterrada.

La situación en el puerto es tan crítica, sobre todo para la población de la zona que sufre en medio de esa guerra narco, que ya generó la alerta de la Defensoría del Pueblo, emitida esta semana, en la que pide la intervención urgente de distintos organismos estatales en el puerto, para evitar que una violencia ya crítica se vuelva peor.