Tras el escándalo que estalló hace unos meses por la supuesta filtración de información en un proceso contra el senador José Alfredo Gnecco, y que involucró la oficina del magistrado Francisco Farfán, hoy el expediente está congelado, especialmente en lo que tiene que ver con los magistrados auxiliares de ese despacho.
Esa denuncia, que se convirtió en uno de los escándalos recientes de la Corte Suprema de Justicia, generó investigaciones en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes contra el magistrado Farfán, en la Comisión de Disciplina Judicial a los funcionarios de su oficina y hasta intervenciones del entonces presidente de la Corte, Fernando Castillo, pidiendo celeridad en los procesos.
Sin embargo, SEMANA conoció que la investigación contra los funcionarios de Farfán ni siquiera ha empezado por un error inaudito. El caso tiene que ver con la investigación que abrió en octubre del año pasado la Comisión de Disciplina Judicial contra los magistrados auxiliares que tuvieron acceso al expediente del senador Gnecco que, según la denuncia, terminó filtrándose a la todopoderosa dirigente política del César, Cielo Gnecco.
La insólita historia arrancó el pasado 9 de noviembre, apenas 15 días después de que se abrió la investigación contra los magistrados auxiliares, cuando la Comisión de Disciplina Judicial dispuso “remitir de manera urgente el expediente de la referencia, al despacho del doctor Francisco Farfán Molina, magistrado de la Corte Suprema de Justicia”.
Esta revista tuvo acceso al documento que detalla las razones por las cuales la investigación de estos magistrados auxiliares quedó en manos de Farfán. La explicación de la Comisión se basa en que la presunta filtración de información de escuchas legales al clan Gnecco, ordenada por el propio magistrado Farfán, se habría dado aproximadamente el 4 de junio de 2019, y la Comisión se creó a principios de 2021. Al no tener efectos retroactivos para investigar hechos, la norma obliga a remitir el expediente al superior jerárquico de los señalados, es decir, el mismo Farfán.
Por eso, el documento que fue enviado a la Corte para el traslado urgente del expediente explica que “las conductas realizadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, el 13 de enero de 2021, eran de competencia del jefe inmediato o el director del despacho judicial”.
Frente a esa decisión, SEMANA se contactó con el magistrado Farfán para saber sobre el avance de esas investigaciones en este caso, que fueron remitidas a su despacho hace ya siete meses. De manera sorprendente respondió que “esa remisión nunca llegó a mi despacho. Tampoco a Secretaría de la Sala (de Instrucción)”. La pregunta es: ¿qué pasó con el traslado “urgente” que ordenó la Comisión?
Resulta inexplicable que ante la magnitud del escándalo y la búsqueda de responsables, nadie se percató de que la investigación estaba durmiendo el sueño de los justos. Buscando respuestas, todo apunta a la Comisión de Disciplina donde explicaron que el documento fue enviado desde noviembre del año pasado a los correos recepcionprocesopenal@cortesuprema.gov.co y secretariacasacionpenal@cortesuprema.ramajudicial.gov.co, los cuales aparecen publicados en la página web de la Corte Suprema de Justicia.
Desde la oficina de comunicaciones del alto tribunal explicaron que esas direcciones de email “están mal”. Conclusión: el traslado del expediente lleva ocho meses perdido por un error en los correos publicados por la propia Corte Suprema, y que nunca hubo una verificación en la Comisión de Disciplina Judicial.
Por eso, simplemente no ha pasado nada. Ocho meses después de la “remisión urgente” del expediente al despacho de Farfán, terminaron dejando en el limbo la investigación contra los magistrados auxiliares de su despacho por presuntamente filtrar información sobre la investigación que se adelantaba contra el senador Gnecco, del partido de La U, por supuestamente comprar votos para llegar al Congreso de la República.
Ante las dudas que han surgido, desde la Comisión explicaron que, antes de 2021, la Ley Estatutaria permitía que el superior jerárquico adelantara ese proceso. Específicamente, el artículo 115 explica que “corresponde a las corporaciones, funcionarios y empleados pertenecientes a la Rama Judicial conocer de los procesos disciplinarios contra los empleados respecto de los cuales sean sus superiores jerárquicos”.
El escándalo arrancó a finales del año pasado cuando se reveló que se habría filtrado información sobre la investigación que se llevaba contra el senador Gnecco, apenas pocos días después de que se ordenó interceptar las líneas telefónicas de varios integrantes del controversial clan del Cesar.
En una de esas interceptaciones, se escuchó a la polémica Cielo Gnecco hablando con su sobrino y senador de La U, advirtiéndole que las líneas estaban intervenidas. El hecho puso al togado en la palestra, al punto que solicitó licencia, renunció al caso y este fue asumido por su colega Cristina Lombana.
”Bien, bien. José es que Francisco Farfán, con una tía ahí, mandó un mensaje, que te dijera que al teléfono, al tuyo, te están copiando todo”, le dijo Cielo Gnecco a su sobrino y agregó: “Que tuvieras, que pa ver si lo cambiaras o que tuvieras la precaución ahí con el tema” (sic).
Cielo Gnecco es la ex primera dama del Cesar y la matrona de ese departamento, investigada por el secuestro y asesinato de dos contratistas, caso en el que también han ocurrido cosas muy extrañas, como la revocatoria de orden de captura por la fiscal quinta especializada del departamento, y luego la fiscal 103 de un plumazo ordenó la preclusión. Sin embargo, la última palabra la dictó la Corte Suprema, que ordenó continuar la investigación.
El magistrado Farfán regresó a su despacho el 11 de abril de este año. Desde la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes explicaron que la investigación ha tenido avances, pero hasta el momento no se ha determinado si continúa o se archiva.
SEMANA conoció que hasta hoy ninguna prueba vincula al magistrado Farfán con la filtración y, por ello, la investigación de los magistrados auxiliares de su despacho es clave. Todo apunta a que allí estaría el responsable de la presunta fuga de información.
Este medio estableció que María Eugenia Molina Rojas, tía del magistrado Farfán, será citada a la Comisión de Acusación para que explique su relación con los Gnecco y el escándalo. El representante a la Cámara Wadith Manzur es quien hace las indagaciones sobre el magistrado Farfán en este caso.
Lo insólito es que Farfán se declaró impedido para investigar a Manzur por las denuncias de Olmedo López, exdirector de la UNGRD, quien aseguró que el presidente de la Comisión de Acusación se vendió al Gobierno Petro. Pero a Farfán no le aceptaron el impedimento y hoy las investigaciones están cruzadas: Farfán investigará a Manzur, y Manzur a Farfán. Sin embargo, las perspectivas de Manzur, por las pruebas que asegura tener López en su contra, no son buenas. Farfán espera salir bien librado de este episodio que le ha generado tanta incomodidad.