Indignación en Medellín por la muerte de un bebé de 20 meses el pasado 9 de agosto, en hechos que son materia de investigación por parte de las autoridades.

La muerte del pequeño Maximiliano Estrada se presentó en el barrio Villatina y, ahora, la Fiscalía trata de establecer si el pequeño falleció por maltrato infantil. Sobre el pequeño se conoció que llegó a estar en un hogar sustituto por instrucción del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pero en abril fue regresado a sus padres biológicos.

El general Javier Martín, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, indicó que el pequeño falleció en un centro asistencial, donde a pesar del esfuerzo de los médicos no pudieron salvarle la vida.

“Nos indicaban igualmente que por los síntomas del niño que parecía maltrato, por alguna sintomatología y rastros de lesiones que tenía. El niño fallece posteriormente en centro asistencial y esto genera una investigación”, dijo el general Martín.

Información preliminar señala que el padre de Maximiliano Estrada le habría dicho a la Fiscalía que el bebé había muerto tras supuestamente caer de una cuna.

Tras este hecho, el ICBF se pronunció en la últimas horas. La entidad explicó las razones por las que el pequeño estuvo en un hogar sustituto, y por qué luego de un tiempo fue devuelto a sus padres biológicos.

“En marzo de 2020, una vez se conoció el caso, el ICBF abrió un proceso administrativo para el restablecimiento de sus derechos y, después de verificar su situación, el Defensor de Familia ordenó ubicarlo temporalmente en un hogar sustituto especializado en discapacidad, mientras se evaluaban las garantías para volver con su familia de origen. La ubicación del niño en esta modalidad de protección se produjo debido a la enfermedad incapacitante que padecía y por la cual requería cuidados especiales para su protección. Después de 11 meses en el proceso y de hacer el debido acompañamiento a la familia, la Defensoría de Familia, el equipo psicosocial del operador del hogar sustituto y la familia extensa del niño determinaron que podía volver con su familia biológica”, indicó el ICBF a través de un comunicado.

Además, indicaron que una vez el niño fue devuelto a sus padres biológicos, desde el ICBF hicieron los respectivos seguimientos al proceso, según los protocolos establecidos en el marco de los procesos de restablecimiento de derechos.

“Infortunadamente, el pasado 12 de agosto, el ICBF conoció la noticia de su deceso, en hechos que son materia de investigación por parte del Instituto Nacional de Medicina Legal y de las demás autoridades competentes (...) Como medida preventiva, el ICBF inició un proceso administrativo de restablecimiento de derechos para el hermano de nueve años de Maximiliano y lo ubicó con su familia extensa mientras se aclara el caso”, concluyó el ICBF.

En otro caso que involucra a un pequeño, un juez legalizó el pasado sábado la captura del padrastro del bebé Samuel David Soto, de 18 meses, quien habría muerto en extrañas circunstancias en la localidad de Kennedy, en el occidente de Bogotá.

Se trata de Joel Mora, de 19 años, que había sido capturado en la víspera cuando se presentó en los juzgados de Paloquemao y tenía vigente una orden de detención por la denuncia de los familiares del menor, luego de conocer que falleció, al parecer, por una golpiza.

El menor fue reportado como muerto luego de ingresar de urgencia al hospital de Kennedy, en el sur de Bogotá, con muestras de violencia física, como lo advirtió una de sus tías. Ella le dijo a la Policía que al momento de dejar al niño en el centro asistencial observaron algunas lesiones en las extremidades, que de alguna manera indican golpes, aunque no señaló responsabilidades.

El día de los hechos, la mamá, de 17 años de edad y pareja de Joel, se comunicó con la línea de emergencia mientras advertía que el niño había broncoaspirado, por lo que pidió una ambulancia, pero en el hospital observaron los signos de violencia, lo que obligó al personal médico a comunicarse con la Fiscalía.

De acuerdo con el padrastro en declaraciones a medios de comunicación tras conocerse los hechos, a las 5 de la mañana el bebé no estaba respirando y procedió a brindarle los primeros auxilios mientras llegaba la ambulancia.

Luego de su traslado al Hospital Kennedy, los médicos confirmaron que el menor presentaba golpes y heridas en el cuerpo, lo que generó una duda en los demás familiares sobre las primeras declaraciones entregadas por su mamá y el padrastro.

El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Eliécer Camacho, confirmó que Samuel David registraba signos de violencia según el parte de los galenos del centro asistencial.

“Los datos que se tienen inicialmente indican que había broncoaspirado y por eso ingresa a la unidad médica. Los galenos se dan cuenta posteriormente de algunos golpes o muestras de violencia que puede tener el menor, por lo que la Fiscalía investiga con el fin de tratar de establecer si la muerte del pequeño es consecuencia de los golpes o por el ingreso inicial que tuvo”, afirmó el oficial.

Por su parte, Karen Muñoz, tía del menor, dijo que el investigador del caso les leyó parte del dictamen forense que daba cuenta de los golpes que se observaban en el cuerpo del bebé una vez ingresó al hospital de Kennedy.

“Uno de los investigadores nos entregó el dictamen verbalmente que decía que la muerte había sido homicidio debido a los golpes que le habían propinado y que le habían desprendido sus órganos”, señaló.

El examen entregado por Medicina Legal indicó que las heridas del niño de 18 meses fueron provocadas por objetos contundentes y que además tuvo un severo trauma craneoencefálico.

Entre tanto, la madre de Samuel David se encuentra bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar por tratarse de una menor de edad.