En horas de la mañana, las autoridades de Valledupar reportaron el caso de un militar que se habría quitado la vida cerca de un puesto de guardia del Cantón Militar La Popa, ubicado en la capital del Cesar.

Los hechos aún son materia de investigación, pero hasta el momento se ha determinado habría un arma de fuego implicada. “En horas de la mañana, al parecer un soldado se habría quitado la vida, mientras se encontraba de guardia en el Batallón La Popa”, así lo indicó el comunicado enviado por la Décima Brigada, unidad orgánica de la Primera División del Ejército Nacional.

El soldado fue identificado como Manuel Urariyu Ipuana, de 22 años, oriundo de Uribia, La Guajira y pertenecía a la etnia Wayúu. El uniformado se encontraba adscrito al Batallón de Apoyo de Servicios para el Combate n.° 10 Cacique Upar.

El Cuerpo Técnico de la Fiscalía General de la Nación fue notificado por miembros del Ejército y en este momento se encuentran adelantando los actos urgentes y las investigaciones pertinentes.

“Presuntamente, fue un suicidio. La Fiscalía General de la Nacional inició la investigación sobre este hecho que lamentamos. Así mismo, esta unidad informó a la Justicia Penal disciplinar para adelantar la investigación interna”, manifestó el secretario de Gobierno departamental, Eduardo Esquivel López.

El cuerpo del soldado Urariyu Ipuana fue trasladado hacia la sede del instituto de Medicina Legal de Valledupar, mientras tanto en el lugar de los hechos, las unidades de criminalística del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), adelantan las labores de inspección.

“Este comando lamenta el desafortunado suceso, y envía un mensaje de condolencias a los familiares y amigos del joven; igualmente, eleva plegarias por su eterno descanso”, la Décima Brigada expresó al final del texto, lamentando lo ocurrido y enviando sus condolencias a los familiares y amigos del difunto.

Otros hechos en Valledupar

Varios casos de falsos positivos de parte del Batallón La Popa en Valledupar se conocieron en la audiencia que se llevó a cabo el lunes 18 de julio citada por la JEP. Aunque en la mayoría de estos crímenes las víctimas fueron civiles, también estuvieron involucrados guerrilleros a quienes no se les prestaron los primeros auxilios, tal como lo indica el derecho internacional humanitario.

Según el crudo relato de Yeris Andrés Gómez Coronel, soldado de ese entonces que militaba en ese batallón, un guerrillero quedó herido en medio de un enfrentamiento contra el llamado frente 6 de diciembre del ELN. Gómez contó que recibió la orden del mayor José Pastor Ruiz Mahecha de asesinarlo. “No le prestamos los primeros auxilios que se merece un excombatiente, violando el derecho a la vida y violando el derecho a la seguridad ciudadana”, dijo el ahora exsoldado.

Pero lo que más sorprendió en su testimonio fue el premio que recibió de sus superiores por haber cometido ese asesinato. “El comandante del batallón La Popa, en el rancho de tropa, me dio 100 mil pesos y también le compró un arroz chino a todo el grupo especial. No nos merecíamos eso porque violamos los derechos de las personas”, dijo arrepentido.

El oficial de operaciones del batallón de artillería número 2 La Popa de ese entonces, Heber Hernán Gómez Naranjo, admitió este tipo de atrocidades bajo su mando. “Efectivamente y a lo largo del año 2002 presté mi grado, facilité mi jerarquía, y desvié por completo las funciones de mi cargo para revestir con una falsa legalidad estos crímenes horrendos que se venían cometiendo en coordinación con estructuras criminales de Cesar y sur de La Guajira”, reconoció el militar retirado.

Otros de los militares convocados, según la información conocida por SEMANA, fueron: Juan Carlos Soto Sepúlveda, Manuel Valentín Padilla, Eduart Gustavo Álvarez Mejía, Efraín Andrade Perea, Elkin Leonardo Burgos Suárez, Elkin Rojas, Guillermo Gutiérrez Riveros, Heber Hernán Gómez Naranjo, Álex José Mercado Sierra, Carlos Andrés Lora Cabrales y José de Jesús Rueda Quintero.