SEMANA: ¿Por qué la COP debe o debería importarle a Colombia?
Susana Muhamad: Definitivamente, esta COP pone a Colombia en el panorama mundial de las decisiones ambientales, pero también del liderazgo ambiental, que es muy importante para que la voz de los países del sur y nuestras propias problemáticas estructurales sean vistas. Esta es una oportunidad importantísima que debemos aprovechar para crear redes colaborativas y alianzas con empresas, centros de pensamiento e investigación internacionales, comunidades étnicas del mundo, académicos, organizaciones sociales y activistas ambientales. Para nosotros la COP16 en Colombia es también un llamado a que como colombianos y colombianas reconozcamos que estamos en un país muy rico en aguas, en suelos, en biodiversidad. La pregunta es: ¿hemos sabido aprovechar esa riqueza natural de forma sostenible?
SEMANA: ¿Cómo se interpreta y qué resultados se pueden esperar de la materialización del concepto de Paz con la Naturaleza después de la COP?
S.M.: Ya hay varios resultados, y son a diferentes escalas. Primero, después de esta COP, Colombia y sus actores sociales van a tener más conciencia de qué es la biodiversidad, por qué hay que cuidarla, y eso ya es un activo, porque nadie cuida lo que no conoce. Segundo, se va a generar el encuentro de entidades científicas nacionales con entidades científicas del mundo. Tercero, habrá un gran empoderamiento de pueblos indígenas y locales con la aprobación del plan de trabajo global, que esperamos sea una de las decisiones estratégicas de la COP y que podrá empezar a generar mecanismos de financiamiento directo a las comunidades. Cuarto, vamos a identificar también alianzas desde el sector privado y la banca, que van a empezar a ver los riesgos para la economía de no cuidar la biodiversidad, pero también las oportunidades de hacerlo. Y, finalmente, Colombia se posicionará como un destino turístico de naturaleza.
SEMANA: ¿Cómo logró el Gobierno tener la COP en Colombia?
S.M.: Fue un trabajo realizado de la mano con el presidente Gustavo Petro, en el que hemos logrado posicionar a Colombia en la agenda ambiental internacional como una voz clave para las discusiones de fondo sobre el cuidado del planeta. Si bien hace dos años se había definido que Turquía sería la sede de la COP16, debido al terremoto que sufrió el año pasado este país declinó. Fue allí que vimos una oportunidad en la COP28 de clima, en Dubái, para postularnos.
SEMANA: ¿Cómo se crea conciencia alrededor de la biodiversidad?
S.M.: Cambiar la manera en la que consumimos por un comportamiento más sostenible, permitirá revertir la pérdida de la biodiversidad. Por un lado, la sociedad civil ha participado en los diálogos para la actualización del Plan de Acción de Biodiversidad al 2030 que nos permitieron discutir barreras, oportunidades y prioridades. Así mismo, con las empresas se promoverán modelos sostenibles que permitan alcanzar la meta de potenciar la economía de la biodiversidad para aportar el 3 por ciento del PIB nacional y generar 522.000 empleos.
SEMANA: ¿Por qué esperar algo diferente de una COP si ya van 15, y el deterioro va aumentando?
S.M.: La COP16 es la primera COP de implementación luego del acuerdo histórico alcanzado hace dos años con el Marco Kunming Montreal, por eso esperamos que represente una oportunidad clave. Colombia ha planteado dos grandes eslóganes que trascienden el ámbito de la naturaleza: la Paz con la Naturaleza y la movilización de los pueblos. Ambos son indispensables para responder a los desafíos climáticos que enfrentamos como planeta.
Cuando invitamos al mundo a hacer Paz con la Naturaleza, no solo estamos instando a los Estados a llevar a cabo acciones para detener el deterioro ambiental, sino que también estamos promoviendo una reflexión sobre cómo cambiar nuestra relación con la naturaleza desde un ámbito económico, social y cultural. Esa es la conversación que, como país anfitrión, vamos a liderar.
SEMANA: Hay 1.450 eventos en la zona verde de la COP. De pronto, un poco más. ¿Cuáles serían los infaltables?
S.M.: Hay una serie de eventos que son claves para discutir la pérdida de biodiversidad, como el Foro Internacional de Mujeres y Biodiversidad, donde se realizará la declaración de Inírida; el lanzamiento de nuestro Plan de Acción de Biodiversidad, que reúne las visiones y compromisos de todo el Gobierno y toda la sociedad; la conferencia magistral Haciendo la Paz con la Madre Tierra, por parte de Vandana Shiva; el lanzamiento de la Coalición Global de Paz con la Naturaleza; la Declaratoria conjunta de los pueblos indígenas, campesinos y comunidades afrocolombianas y el Simposio internacional de economía circular y bioeconomía. Sin embargo, es indispensable recalcar que esta es una agenda construida a partir de las propuestas de todos los sectores, con una gran riqueza en contenidos y experiencias que, sin duda, vale la pena disfrutar.
SEMANA: Desde el punto de vista estricto de las negociaciones, ¿qué puede esperar Colombia de la COP16?
S.M.: Una tarea muy importante que hemos adelantado como Gobierno al margen de la COP ha sido la actualización del Plan de Acción de Biodiversidad de Colombia. Este ha sido un plan construido con una amplia participación de más de 23.000 personas de todos los sectores de manera directa y de otras 100.000 en diferentes eventos previos a la COP16. Este plan es fundamental porque nos proporciona una ruta clara, alineada con los objetivos del Marco Global Kunming Montreal.
SEMANA: ¿Cuáles son las metas de Colombia?
S.M.: En cuanto a las negociaciones, Colombia se ha planteado cuatro grandes apuestas: el impulso a la implementación del Marco Kunming Montreal para la biodiversidad. Como anfitrión, Colombia trabajará junto a la Secretaría del Convenio de Diversidad Biológica en la revisión de los avances de cada país, con el objetivo de establecer estrategias para cumplir las 23 metas que conforman el acuerdo.
La financiación del Marco Global y la movilización de recursos son otras de nuestras prioridades. Vamos a crear un escenario de discusión que permita trascender la lógica de la cooperación al desarrollo y lograr un acuerdo global de financiamiento justo para la implementación.
SEMANA: Hay unos puntos muy técnicos en esa discusión, como los recursos genéticos. ¿Ahí qué está previsto?
S.M.: La discusión gira en torno a las demandas de los países ricos en biodiversidad para recibir beneficios por sus contribuciones a las cadenas genéticas de los organismos utilizados por diferentes sectores industriales en el mundo. Si logramos un acuerdo al respecto, generamos un mecanismo multilateral inédito en términos de justicia ambiental. Pero también es fundamental desarrollar un plan de trabajo para los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Los pueblos indígenas son los protectores y custodios de aproximadamente el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta, por lo que es crucial que se les reconozca en los procesos de toma de decisiones sobre la conservación de sus territorios y la biodiversidad, así como en la valorización de sus saberes tradicionales para preservar la naturaleza. Si los empoderamos política y económicamente, se convertirán, al igual que los Estados, en actores clave para la implementación del acuerdo.
SEMANA: La COP se realiza en momentos en que los ambientalistas alertan sobre una pérdida devastadora de la biodiversidad. ¿Cuáles son los mayores problemas que usted identifica?
S.M.: Entre 2018 y 2021 el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt lideró la Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, en donde reportó que las causas directas de pérdida de biodiversidad en Colombia son los cambios de uso de la tierra y el mar, la contaminación, la introducción de especies exóticas invasoras, la apertura de vías ilegales y el tráfico ilegal de especies.
Detrás de estas causas directas existen problemáticas subyacentes como el acaparamiento de tierras, las actividades ilícitas, los modelos extractivistas como la explotación de recursos pesqueros y la ganadería extensiva, el bajo control de la ilegalidad en los territorios e incentivos que promueven actividades como la deforestación. Para atender la pérdida de biodiversidad en Colombia es necesario ir más allá de la acción del sector ambiental para involucrar la intervención estratégica de todos los sectores del Gobierno y la sociedad.