El periodista y corresponsal de ‘The New York Times‘, Nicholas Casey y el realizador audiovisual, Brent McDonald, estuvieron en varios municipios del país para conocer cómo el oro de las minas ilegales termina en las manos de grandes compañías como Apple.
“Esto es un iPhone 6 plus. Lo primero que necesita un celular para que funcione es una tarjeta madre. Para que la tarjeta funcione, necesita oro. No solo Apple, otras compañías también usan este oro en sus tarjetas. Todos traen oro, pero nadie lo sabe. No saben en dónde lo elaboraron, de dónde sacaron las cosas, simplemente lo ven como un equipo ya armado”, le dice un hombre que trabaja en este mercado de celulares a The New York Times.
En la investigación, que hace parte de la serie ‘The Weekly‘ y que puede ver en FX, hoy a las 10:00 p.m, también se menciona que el crimen organizado es el que más se beneficia de las ganancias que deja el oro sucio, pues su creciente demanda como metal conductor utilizado en teléfonos ha aumentado su comercio ilegal. “Los grupos paramilitares violentos se han infiltrado en todos los niveles de la cadena de suministro, extorsionando a buscadores, comerciantes de oro y algunos de los principales mineros del país”, menciona el diario. Le puede interesar: Colombia y Perú acuerdan luchar contra la minería ilegal y el cambio climático Los reporteros hablaron con un hombre dueño de una mina ubicada a casi 200 millas al norte de Medellín. Chilapo, como es conocido, asegura que, aunque desentierra alrededor de 20 libras de oro al mes, algo así como 250.000 dólares, debe entregarle una parte al Ejército de Liberación Nacional, conocido como ELN. Pero el problema de la minería ilegal no es solo que financia el crimen organizado en el país, también está impactando el ecosistema y la salud de las personas. Desde el espacio, a 702 kilómetros de altura, los satélites del sistema Landsat de la NASA revelan cómo la minería ilegal está acabando con miles de hectáreas de bosque y con ríos enteros, dejando solo desierto de arenas muertas y lagunas de mercurio. El Sistema de Monitoreo Antinarcóticos de la Policía (Sima), que ubica las zonas con cultivos ilícitos y minería clandestina, ha identificado en todo el país 6.330 puntos donde se saca oro de aluvión. Sus reportes de inteligencia señalan que hay 95.000 hectáreas “con total afectación” por efectos de la extracción sin control. Chocó (40.780 hectáreas), Antioquia (35.581 hectáreas), Bolívar (8.629) y Córdoba (5.291) tienen los mayores niveles de daño. También: Así se lucha contra la minería ilegal en Antioquia Mientras el Gobierno intenta descifrar una estrategia efectiva para desincentivar la minería ilegal y combatir a los mineros criminales, cada día se hacen más evidentes las secuelas de esta problemática. Según un estudio de la Universidad Externado son más de 80 los ríos del país que están contaminados con mercurio.