Al fiscal Francisco Barbosa no le temblará la mano para llegar al fondo del escándalo que envuelve hoy a la Casa de Nariño. “Iremos hasta las últimas consecuencias”, aseguró enfático en la rueda de prensa que dio tras confirmarse la noticia de las chuzadas a la niñera de Laura Sarabia.

El caso es escandaloso. Para poder dar la orden de interceptación judicial, aseguraron que Marelbys Meza era una peligrosa miembro del Clan del Golfo. “La cocinera”, le pusieron de alias.

“Las chuzadas volvieron al país”. De esta forma describió el fiscal general, Francisco Barbosa, la grave situación que vivió Marelbys Meza, la exniñera del hijo de la jefe del Gobierno, Laura Sarabia, cuya línea telefónica fue interceptada por agentes de la DIjín de la Policía. En rueda de prensa, este jueves, Barbosa anunció que con esta acción se le quiso vincular con la banda criminal del Clan del Golfo.

Para Barbosa, este caso es “aberrante” y se revive en uno de los peores escenarios históricos de Colombia en violación de derechos humanos, haciendo referencia a las acciones que adelantó el F-2 del Comando de Inteligencia y Contrainteligencia durante la década de los ochenta y, más recientemente el DAS, lo que llevó a que se ordenara su cierre.

El asunto es de extrema gravedad y así lo informó en detalle el fiscal que reveló toda la trazabilidad de los hechos, que no son nuevos, y hasta ahora se empieza conocer la magnitud de las irregularidades. Las chuzadas habrían empezado desde el 30 de enero, el día mismo en el que Laura Sarabia presentó la denuncia.