El penalista Iván Cancino asumió la defensa de la niñera de Laura Sarabia. El abogado lleva varios días mostrando su asombro y preocupación por la forma como la alta funcionaria ha ejercido su defensa, intentando llevar toda la responsabilidad de lo que sucedió a la propia Marelbys Meza. La humilde mujer fue víctima de una persecución sin antecedentes en el Estado. Primero fue sometida en el sótano de un edificio frente al Palacio de Nariño a un polígrafo ilegal. Luego fue presentada a las autoridades como miembro del Clan del Golfo para poder chuzarla. Meza ha sostenido que además ha vivido seguimientos y extrañas llamadas y requisas policiales desde que se perdió la misteriosa maleta llena de dinero en la casa de Laura Sarabia.
Cancino habló con SEMANA, tras la entrevista que Sarabia le dio al medio digital Cambio. Allí, la alta funcionaria cambió su versión totalmente. Cuando este medio destapó ese escándalo, ella había dicho que le había preguntado a Marelbys si se sometía al polígrafo y pedido a su conductor que la llevara al edificio contiguo a la Casa de Nariño, donde entró en su propio carro blindado, sin ser siquiera registrada.
A Cambio, sin embargo, le aseguró que esa prueba había sido idea de la misma niñera. “En ese momento la propia Mary habla de un posible polígrafo. Ella cuenta que un episodio similar le había pasado con el entonces embajador Armando Benedetti y había terminado en una prueba de polígrafo. Mary dijo coloquialmente: ‘Yo pedí el polígrafo porque Benedetti me dijo que me echara la culpa para que él no tuviera problemas con su esposa’. Ella en ese momento nos dice que si queremos se puede hacer un polígrafo. El capitán dice que él mirará qué decisiones se toman. Y ahí queda el tema. Quiero aclarar que en la primera denuncia que pone mi esposo, él menciona el tema del polígrafo”.
Cancino aseguró que esa versión es una “canallada”. Aseguró que él puede creerle que ella no ordenara el polígrafo y que él es respetuoso de la defensa y de la presunción de inocencia. Pero que no entiende cómo en un momento en que se habla de la equidad de género y la protección de la población más desfavorecida, es “insostenible que alguien diga que la prueba del polígrafo estuvo de acuerdo a los cánones legales”.
“A Marelbys se le hace un interrogatorio. Eso es lo que se le hace... un interrogatorio en el que se le coacciona psicológicamente y se le dice que mejor confiese. Ahí cualquier voluntad está mermada”, sostiene. Explica que un poligrafo se le pudo haber hecho a un funcionario público, “pero no a una niñera, a una persona humilde que tenía una relación privada”.
Además, agrega que es el mismo conductor de Sarabia el que lleva a Marelbys a la diligencia. “Cuando llega al polígrafo, como se ve en los videos, ella no hace un consentimiento previo, sino cuando ya está coaccionada y nerviosa... Que formalmente el polígrafo haya cumplido con que el equipo es bueno, con que los procedimientos formales se hicieron, pero consentimiento no hubo. Además, se hace polígrafo cuando ya hay una denuncia, donde una de las indiciadas es Marelbys, de tal suerte que por el polígrafo tiene que responder y vamos a ir hasta las últimas consecuencias, y tendrán que responder aquellas personas que ordenaron y practicaron eso de manera absolutamente ilegal”, dijo Cancino.
Por eso, el abogado sostiene que decir hoy que fue ella misma quien pidió el polígrafo es una “canallada” y asegura que esa versión es falsa. Para él, que ella “ya lo haya hecho lo que demuestra es lo perturbada que quedó, lo angustiada que estaba como para no perder su trabajo y tratar de probar su inocencia cuando debe ser al revés. Pero que ella lo haya pedido, pues obviamente que no. Ahí está absolutamente claro en toda la evidencia que quien ordena el polígrafo, por lo menos con toda claridad, es la Policía Nacional y la someten sin su consentimiento, constreñida psicológicamente de manera abusiva, eso es un despropósito. Por eso reitero que, más de lo jurídico, se deja ver es una falta de calidad humana”, aseguró.
El penalista también llama la atención en que Marelbys no solo fue sometida al polígrafo, sino también chuzada de manera ilegal. “A ella la interceptan, la siguen, le acceden abusivamente a su sistema informático, porque el celular ella nunca dio consentimiento para que se lo sacaran. De tal suerte que, yo respeto la presunción de inocencia de ella (Laura Sarabia), pero creo que hay muchos errores, sobre todo de humanidad, en la declaración que dio. Ella no tiene que respaldar a Marelbys, pero tampoco creo que sea bueno, que se siga revictimizando, que se siga humillando, que se siga poniendo en duda a una persona que prestó un servicio, y no cualquiera, que es el cuidar a los hijos de uno”, concluyó.
Vea el polígrafo de Marelbys Meza
El abogado ha mostrado su preocupación por la situación de la humilde mujer en medio del escándalo. “Marelbys Meza tiene su vida en peligro. Su grado de riesgo es extraordinario. Agentes de seguridad del Estado la amenazaron, coaccionaron, siguieron, interceptaron ilegalmente. ¡Mentirosos y bandidos ellos!”, expresó en X.
Sus declaraciones se producen luego de que Laura Sarabia entregara su versión de los hechos a la Fiscalía el jueves pasado. “Soy respetuosa de la ley de la administración de justicia y de la institucionalidad, desde el primer día he estado en total disposición de atender los requerimientos de cada una de las autoridades competentes. Hoy vengo a responder todas y cada una de las preguntas de la Fiscalía, renunciando a mi derecho a guardar silencio y así despejar cualquier duda”, dijo Sarabia a la entrada del búnker de la Fiscalía.
Cancino criticó duramente la tesis que esgrimió la alta funcionaria en su defensa. “La defensa de Laura Sarabia habla de ‘patrón de mendacidad’ en declaraciones de Marelbys Meza. La humillan, la interceptan ilegalmente, la constriñen, la persigue. Ilegalmente, pero la ‘mentirosa’ es ella. Si no fuera tan grave, daría risa”, aseguró el penalista.
“Lo primero que debo decir es que yo puedo creerle que ella no ordenara el polígrafo, eso lo puedo creer hasta que no se demuestre lo contrario, tiene todo su derecho. Segundo, yo soy respetuoso de la defensa de la presunción de inocencia. Tercero, creo que ahora en el país jurídico donde se habla de mirar las cosas con un enfoque de género, con una protección de los más débiles, con la protección de los más desprotegidos, pues es absolutamente insostenible que alguien diga que la prueba del polígrafo estuvo de acuerdo a los cánones legales”, afirmó.
Agregó además que no es tan cierta la ausencia de responsabilidad de lo sucedido, por el hecho de que ella no era la funcionaria competente para dar la orden del polígrafo. “La coacción o el constreñimiento en delitos como la concusión no requiere más que una solicitud del servidor público, puede ser hasta cordial, pero que la persona sienta que si no cumple algo, pierde. Pues que altos mandos de la Policía hagan u ordenen un polígrafo a una persona acusándola de un hurto diciéndole amablemente que si nada debe, que puede perder empleo, que si la hace no hay denuncia cuando ya había, etc. Es lo mismo”, dijo.
La defensa absurda y mentirosa de Laura Sarabia: dice que cuando aceptó en SEMANA que sabía del polígrafo de Marelbys Meza su respuesta “fue figurativa”
En la entrevista que dio Laura Sarabia a Cambio hay una respuesta que impacta. La alta funcionaria modificó de manera radical su versión sobre los hechos. Mientras a SEMANA le dijo el año pasado que ella le había preguntado a su entonces niñera si se sometía al polígrafo, al medio digital le aseguró que fue su esposo el que mencionó el tema en la denuncia que hizo del robo en su apartamento.
La nueva Laura Sarabia no conoce detalle alguno de lo que sucedió tras la pérdida de la famosa maleta llena de dinero en su casa. “Lo que yo puedo entender es que se adelantaron dos tipos de procedimientos: los actos urgentes y las vulneraciones de seguridad. El día del robo, el capitán mencionó que había unas vulneraciones de mi seguridad porque no se hicieron los estudios de seguridad de las empleadas domésticas y otros protocolos, y me dice que el tema debe pasar a consideraciones del esquema. En ese momento, la propia Mary habla de un posible polígrafo. Ella cuenta que un episodio similar le había pasado con el entonces embajador Armando Benedetti y había terminado en una prueba de polígrafo. Mary dijo coloquialmente: ‘Yo pedí el polígrafo porque Benedetti me dijo que me echara la culpa para que él no tuviera problemas con su esposa’. Ella en ese momento nos dice que, si queremos, se puede hacer un polígrafo. El capitán dice que él mirará qué decisiones se toman. Y ahí queda el tema. Quiero aclarar que en la primera denuncia que pone mi esposo, él menciona el tema del polígrafo”, asegura.
La versión que da contrasta con la inicial a SEMANA el año pasado, cuando aseguró que ella misma fue quien le preguntó a Marelbys si se sometía a la ilegal prueba. “Lo que pasa es que sucede el robo de mi casa. Yo le pregunto a ella si está dispuesta a someterse al polígrafo, como se sometió todo mi esquema de seguridad. Ella dice que no tiene ningún problema. Entonces yo le digo: ‘Te voy a mandar a recoger para que no tengas problema’. Ella vivía muy lejos. Mi conductor fue, la esperó y la trajo acá. Como entraron en mi carro, ingresaron por el parqueadero, pero no fue para ocultarla ni por la parte de atrás ni nada de eso”.
La explicación que da a ese cambio tan radical de versiones tiene una alta dosis de cinismo. “Sobre mis respuestas a esa entrevista de SEMANA debo decir que la misma Fiscalía ya ha determinado que muchas de esas cosas que yo dije que hice no podía hacerlas, ni las hice”, explicó.
Agrega: “Esa fue una respuesta figurativa. Lo que pasó en ese momento es que cuando yo hablo de los asuntos de mi trabajo o de mi familia lo hago en primera persona”.
La tesis de que cuando ella habla en primera persona se refiere a que pudo haberlo dicho cualquier miembro de su familia contrasta con las múltiples veces que le dijo a SEMANA que fue ella la que preguntó por el polígrafo. “No creo que haya un abuso de poder. Le pregunté conscientemente si quería hacer el polígrafo, así como cuando trabajaba con el senador Benedetti. La conozco a ella por él. También, cuando pasó un caso similar, le hicieron un polígrafo”.
Tampoco coincide su nueva versión sobre que fue la misma Marelbys la que hizo esa sugerencia. Pues en SEMANA había dicho claramente que llevarla a los sótanos frente a Palacio donde están las salas de poligrafía “fue la recomendación de ese momento de mi esquema de seguridad”.