El congresista Iván Cepeda pidió esta semana a funcionarios de Naciones Unidas que retiren a la empresa Cementos Argos SA de un programa de beneficios ambientales, a la que acusó de despojar de sus tierras a campesinos del norte del país. Cepeda se reunió el jueves con representantes de la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y del Departamento de Asuntos Políticos de la organización para decirles que Argos violó derechos humanos cuando compró de forma ilícita y a precios insignificantes las tierras de campesinos en los Montes de María. La zona fue escenario de atrocidades por parte de grupos paramilitares en la década de 1990, dijo el congresista. Aún así, Argos participa en el programa de Mecanismos de Desarrollo Limpio, el cual, y según Cepeda, permite a la compañía participar en el mercado de venta de bonos por captura de dióxido de carbono en el escenario internacional. "Para participar hay una condición básica y es que estas empresas tienen que cumplir con un código ético, cuyo primer principio es respetar los derechos humanos. Y nosotros creemos que, en cuanto a lo que tiene que ver con este episodio, Cementos Argos está violando abiertamente esta cláusula", dijo Cepeda. Según el congresista, la empresa timó a los campesinos y compró 12.500 hectáreas de tierras en las que se sabía perfectamente que se habían cometido masacres. "Y encima ahora quieren aparecer como ecologistas y como empresa de conciencia social", señaló el político, quien se encuentra en Nueva York invitado por la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Camilo Abello, vicepresidente de asuntos corporativos para Argos, afirmó que "hay una inexactitud en la información". Aseguró que el proyecto de la empresa está localizado en los departamentos de Antioquia y de Sucre y no en regiones donde se cometieron violaciones a los derechos humanos, Señaló que las tierras fueron compradas a sus dueños y éstos no eran ni campesinos y ni personas desplazadas. "No tenemos ningún antecedente en las compras que esté relacionado con violaciones a los derechos humanos", dijo Abello desde Colombia. Por otro lado, la empresa participa en el programa de la ONU como compensación por su huella ambiental y no para comercializar derechos de carbono a terceros, explicó. Cepeda, además, nunca ha llamado ni ha consultado nada con Argos, dijo Abello. Según el portal de internet de la empresa, Argos es una productora y comercializadora de cemento y concreto, con presencia en Colombia, Estados Unidos y el Caribe. En el año 2010 realizó ventas por 1,6 billones de dólares. La empresa asegura ser el quinto productor de cemento más grande en América Latina y el segundo más grande en el sureste de Estados Unidos. Cepeda, activista de derechos humanos y miembro del partido izquierdista Polo Democrático Alternativo, participará el viernes en un foro universitario titulado "Un diálogo interdisciplinario sobre las desapariciones forzadas en el conflicto colombiano". Explicó que la unidad legislativa de su oficina lleva tiempo investigando el supuesto despojo de tierras por parte de Argos. Un informe de la Superintendencia de Notariado y Registro de Colombia también concluye que se usaron métodos fraudulentos para comprar las tierras, dijo el político. Cepeda envió una carta a finales del 2011 al Secretario General de Naciones Unidas Ban-Ki Moon denunciando el caso. El colombiano no ha recibido respuesta a la carta pero dijo que la reunión del jueves fue "bastante eficaz". Si Naciones Unidas, sin embargo, no hace nada para solucionar la problemática, Cepeda llamará a la puerta de organizaciones internacionales de derechos humanos con sedes en Estados Unidos. "Hasta ahora hemos tenido una actuación que busca caminos de diálogo con la empresa. No hemos apelado a mecanismos de fuerza. Pero quiero decir que nuestra paciencia tiene también límites", dijo Cepeda, añadiendo que está en contacto con las asociaciones campesinas de la región. En agosto del año pasado el Estado colombiano pidió perdón público por el asesinato en 1994 del senador Manuel Cepeda Vargas, padre del actual congresista. El senador fue baleado por pistoleros que lo interceptaron cuando salía en auto de su casa, en el occidente de Bogotá, rumbo al Congreso. AP