El presidente Iván Duque habló por primera vez ante la Asamblea General de la ONU como jefe de Estado de Colombia. Ante los representantes de todos los países recordó que tiene el "orgullo de haber sido elegido con la más alta votación de nuestra historia electoral". Duque resaltó que el país ha avanzado en la equidad entre hombres y mujeres en el mundo laboral y educativo, y que muestra de ello es que nombró un gabinete paritario -tal como lo prometió en campaña-, pero reconoció que falta mucho para hacer en este punto. Ante la ONU, Duque resaltó que su propósito es lograr un pacto por Colombia, un pacto por la equidad. "Esa es la invitación que estamos haciendo: que construyamos un plan y una agenda de desarrollo para definir las políticas de estado en las próximas décadas, teniendo como referente alcanzar para el año 2030 los objetivos de desarrollo sostenible, en un marco de legalidad y emprendimiento que nos lleve a la anhelada y necesaria equidad para cerrar las brechas sociales", dijo el mandatario.  Duque habló de paz, pero no del proceso de paz. "La paz es un objetivo de todos los colombianos (...) pero la paz requiere ser construida con el imperio de ley que combina los bienes públicos de seguridad y de justicia".

Foto: Presidencia Para Duque la clave para conseguir la paz en Colombia es derrotar el narcotráfico. “Presidenta, si queremos que en Colombia brille la paz, es necesario que derrotemos el narcotráfico", dijo en referencia a María Fernanda Espinosa, presidenta del organismo internacional. Puede leer: Duque y Trump: Colombia y Estados Unidos ‘renarcotizan‘ sus relaciones Sin traer a colación las cifras de cultivos ilícitos, Duque dijo que la situación es alarmante, pues hay una tendencia incremental en los últimos cinco años que hay que frenar. El presidente se refirió al más reciente informe de SIMCI de Naciones Unidas –y en cual el país se basa para medir las hectáreas sembradas- que reveló que con relación a 2016 hay un incremento del 17 por ciento, es decir el país pasó de tener 140.000 hectáreas a 171.000 en 2017. Tampoco habló de posconflicto, sino de desmovilización, desarme y reinserción, tal como lo ha hecho durante su mandato. Además, recordó que se brindarán oportunidades a quienes les apuesten genuinamente a la reincorporación a la legalidad, y que se ajusten a los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición. "Reitero a esta asamblea que nuestro propósito, el propósito de Colombia, es cumplirles a quienes han tomado el camino genuino de dejar la violencia", dijo el presidente. Aprovechó para agradecer a las Naciones Unidas por su compromiso con el proceso de paz para que sea exitoso, y reafirmó que por eso han pedido que continúen haciéndolo. Recordó, además, las mismas palabras que le dijo al jefe de la Misión de la ONU en Colombia Jean Arnault en la reunión del primer balance: “Nuestro gobierno recibió un proceso frágil en varios frentes.” El primero de ellos es el presupuestal, pues aseguró que se realizaron muchos compromisos sin destinar suficientes recursos. Por eso, pidió el apoyo financiero de la comunidad internacional para dar la "solidez necesaria al proceso". El segundo es la “fragilidad institucional: se creó una dispersa y compleja arquitectura que ha sido hasta ahora incapaz de avanzar eficientemente hacia los objetivos”. Además, Duque reiteró una vez más que su objetivo es aplicar la ley de “manera ejemplarizante” a quienes se hayan acogido al acuerdo de paz y vuelvan a delinquir. “No vamos a aceptar que exista repetición y más violencia. Quienes sigan en el mundo del delito y pretendan burlarse  de las víctimas y la generosidad del pueblo colombiano recibirán todo el peso de la Justicia”, dijo. "El narcotráfico es una amenaza global", sentenció, y precisamente por esto aseguró que hay que derrotar las redes de crimen trasnacional con una agenda integral. Su visión frente al consumo no es estrictamente prohibicionista, pues aseguró que "debemos hacer más en materia de prevención y atención a los adictos desde un enfoque de salud pública", pero que de todas formas el narcotráfico en el país es un "corruptor social". En contexto: "Creo que él sí va a cumplir": Trump tras reunirse con Duque Y es que la agenda del presidente Duque en la ONU ha quedado muy clara, y de hecho fue la misma que tuvo en la reunión con Donald Trump: política antidrogas y crisis en Venezuela. "Luchar contra este fenómeno y al mismo tiempo promover una sociedad que rechace las drogas por sus efectos devastadores en la salud y la sociedad, es nuestro deber moral", dijo Duque. "130 naciones con el liderazgo de Estados Unidos nos comprometimos a seguir esta lucha. No nos daremos por vencidos ni aceptaremos como destino la adicción de tantos jóvenes", aseguró Duque. La crisis en Venezuela Tal como era previsible, Duque puso el foco en la crisis venezolana. Primero por la migración que tiene en territorio colombiano y que tiene a estas personas en una difícil situación que él mismo describió: “Son miles de rostros temerosos,  con frío en los huesos, hambre en el estómago y dolor de patria (...) son los hermanos venezolanos que huyen de la dictadura".

Foto: Presidencia Comparó la migración de venezolanos con la que ha dejado el conflicto en Siria, el cual ha generado un flujo de 600.000 personas al año a Turquía; mientras que Colombia le ha abierto las puertas a un millón de venezolanos. Esta cifra ha sido desestimada por el presidente Nicolás Maduro, quien asegura que no se trata de una migración masiva sino de venezolanos que por "moda" eligieron irse del país a pasar un tiempo en Colombia, Perú y Brasil. "Estamos viviendo la crisis migratoria y humanitaria más indignante de la historia reciente de la región, por cuenta de una dictadura que aniquiló las libertades", dijo Duque, quien aprovechó para pedir una acción multilateral para enfrentar la crisis migratoria, así como a presionar al régimen para que haya una transición democrática. "Este es un reto global. El fin de la dictadura, el retorno a la democracia y la plena libertad es el único camino posible". Duque cumplió con su objetivo: pedir ante la Asamblea General la creación de un Fondo Multilateral para atender la población migrante "víctima de la dictadura", e invitó a impulsar la propuesta -en este sentido- que ha hecho el Banco Interamericano de Desarrollo en cabeza de su presidente Luis Alberto Moreno.