En una verdadera pólémica se ha convertido el último día del Congreso Nacional de Paz, que se realiza desde el jueves en varias regiones del país y que pretendía terminar este sábado en el recinto de la Cámara de Representantes con la presencia de dos jefes guerrilleros, ‘Iván Márquez‘, por parte de las Farc, y Juan Carlos Cuéllar, del ELN, pero cuando ya habían confirmado su asistencia, el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, y de la Cámara, Miguel Ángel Pinto, les prohibieron su entrada. Además, el secretario de la Cámara, Jorge Humberto Mantilla, suspendió el préstamo de los salones para realizar dicho evento. "En el Congreso de la República somos amigos de la paz y ha sido la institución más comprometida con la implementación de los acuerdos, lo que nos da la autoridad moral para ser los veedores del cumplimiento de los compromisos. Por ahora solo podrán ingresar al Congreso los integrantes de Voces de Paz; los demás ingresarán cuando entreguen las armas y si cometieron delitos de lesa humanidad, hasta que los tribunales de paz lo autoricen", dicen en un comunicado. Y es que este sábado por primera vez las Farc y el ELN hubieran tenido oficialmente representantes de sus filas hablando en el mismo lugar que lo hacen cada semana los 166 miembros que conforman la Cámara de Representantes. Le recomendamos leer: La oposición ya tiene su estatuto Márquez, quien no es ajeno al Capitolio, pues fue representante a la Cámara en la década de los 80 por la Unión Patriótica, y Cuéllar iban a estar acompañados por delegados del gobierno en ambos procesos de paz. Por el lado de la mesa con las Farc confirmó asistencia Rafael Pardo, alto consejero para el Posconflicto, y Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del gobierno con el ELN. Todos acompañados del vicepresidente Óscar Naranjo, le dijo a Semana.com la representante Ángela Robledo, copresidenta de la Comisión de Paz de la Cámara. Esa no hubiera sido la primera vez que un guerrillero pisaba los tapetes del Congreso y de otras instituciones del Estado. Ya lo había hecho ‘Victoria Sandino’, miembro de la delegación negociadora de paz de las Farc. Ella, en el pasado Día de la Mujer, fue invitada a una reunión por la Comisión Legal de la Mujer en el Congreso. Pero el encuentro de este fin de semana no dejaba de levantar aún más polvareda porque iban a asistir al alma mater de la política colombiana. Además porque ya hay un antecedente que generó bastante polémica en los congresistas. En diciembre pasado ‘Iván Márquez’, ‘Pastor Alape’, ‘Edison Romaña’, ‘Marco Calarcá’, ‘Victoria Sandino’ y ‘Jesús Santrich’ realizaron una reunión de dos horas en la Biblioteca del Congreso, a dos cuadras del Capitolio Nacional, para definir a los seis voceros del movimiento Voces de Paz, que han acompañado los debates de los proyectos de ley del acuerdo.Le puede interesar: La plenaria de las FARC, a pocos pasos del capitolio Tanta fue la tensión que generó la reunión que el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, aclaró en la plenaria que él no había prestado ese espacio y a la directora de esa biblioteca, Keyla Meneses, le tocó entregar explicaciones por haber permitido ese encuentro, que también coordinó la representante Ángela Robledo inicialmente como un evento académico, con sectores sociales, pero que terminó convertida en una plenaria como la que se vivía en el Senado en ese momento. Esta vez no ha sido diferente. Aún existe en el Congreso el fantasma de la llegada de los jefes paramilitares Salvatore Mancuso, Ramón Isaza y ‘Ernesto Báez‘ en el 2004, cuando leyeron un discurso con el que justificaron su accionar, en medio de los aplausos de algunos congresistas. Y si bien para el senador del Centro Democrático, Ernesto Macías, hay cierta similitud entre esa visita y la que se iba a dar el día de mañana, "lo que hay de fondo es que no se han sometido a la justicia que crearon ellos mismos". Puede leer: Paras en el Congreso Macías agregó: “Andan como Pedro por su casa, haciendo proselitismo armado y el gobierno callado y cómplice (...) de Mancuso ya se sabía que había cometido delitos en ese momento y así no le guste a los amigos de las Farc, estos personajes también son criminales porque aún no ha habido justicia”. Pero los organizadores del evento defienden la invitación a los guerrilleros. La representante Robledo dijo que ya han tenido múltiples reuniones con miembros del gobierno y, además, el proyecto de reincorporación política de las Farc ya es un hecho. “En el Congreso tenemos hijos de parapolíticos que no han pagado por sus crímenes. ¡Cuál es la cosa, qué este país deje de ser hipócrita y el Congreso también! El Congreso de la República es Colombia y ellos también son Colombia”. El propósito principal del evento de mañana en el Capitolio es firmar un pacto entre la sociedad civil, grupos políticos, precandidatos presidenciales, miembros de las comisiones de paz del Congreso para hacerle veeduría a la implementación del acuerdo. “Esperamos lineamientos y estrategias de cuatro temas fundamentales: fortalecer la implementación del acuerdo entre el gobierno y las Farc con una implementación en términos sociales; impulsar y desarrollar la participación en el proceso de paz con ELN en Quito; buscar mecanismos para que se derrote el asesinato de líderes sociales en regiones del país y protección de guerrilleros que están dejando las armas; y lograr un compromiso de candidatos y candidatas presidenciales del 2018 para impulsar los proceso de paz”, le dijo a Semana.com el senador Iván Cepeda. Por ahora, el evento quedó en el limbo. Quienes con toda seguridad iban a ser el centro de atracción por pisar el atril que lo hacen cada ocho días los congresistas, terminaron vetados por los presidentes del Senado y Cámara que no les permitieron su ingreso hasta tanto no lo autorice los tribunales de la Jurisdicción Especial de Paz. "Inaceptable el veto"Una vez conocida la decisión fueron varias las voces de rechazo con los presidentes Lizcano y Pinto, entre ellas la de los miembros de Voces de Paz que representan a las Farc en el Congreso. 

También se pronunció una de las artífices del evento, la representante Ángela Robledo