El camino de la reconciliación transita otra vez por Bojayá. Casi un año después de que se produjo el emotivo encuentro entre las FARC y las víctimas de la masacre, la guerrilla vuelve a este remoto pueblo chocoano a rendirles un homenaje y pedir perdón.Esta vez, el turno fue para Iván Márquez. "Con nuestras almas contritas, pedimos nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes", dijo el jefe guerrillero.Le puede interesar: Tragedia de Bojayá: perdonar o no perdonarLas FARC enfocaron su mirada en Bojayá. Volvieron a abrir las puertas de la reparación simbólica y a construir la memoria herida donde reposaba la imagen del Cristo mutilado que dejó la tragedia.Iván Márquez y Pastor Alape llegaron con una ofrenda este jueves: un Cristo Negro de 2,45 metros construido por Enrique Angulo, uno de los más grandes escultores cubanos. Lo hicieron "para rendir el más sentido homenaje, más que merecido, a un pueblo sufrido, emprendedor (...) y con el convecimiento de que es necesario mantener siempre presentes a las personas queridas que nos quitó la guerra".Con la misma madera que alimenta el río Atrato, este escultor cubano viene tallando desde hace más de un mes la obra. “Cuando ellos me transmitieron la idea, me impresionó mucho esa historia. Por eso este Cristo tiene las heridas más profundas”, dijo Angulo.Le puede interesar: "Acabaron con mis hijos, yo nunca los perdonaría": víctima de BojayáDurante el acto de contrición, el jefe del equipo negociador de las FARC aseguró que "jamás" tuvieron la intención de causar los "terribles" daños que dejó el enfrentamiento de la guerrilla con un grupo paramilitar."Pedimos nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes haciendo el camino que, reconciliados, nos conduzca hacia la era justa que tanto han anhelado los humildes de todos los rincones de Colombia", dijo.El encuentro se realizó en una pequeña iglesia de Las Lomas en presencia del Comité de Derechos Humanos de Bojayá; del alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo; delegados de Cuba y Noruega, y de líderes comunitarios de la región."Nuevamente perdón infinitamente, Bojayá, y que tus palabras de fe en la Colombia Nueva que debe nacer de este momento de culminación de una guerra que jamás debió ser, sanen las heridas del alma que son las más profundas", dijo Márquez en Bojayá.