SEMANA: ¿Qué significó para ustedes haber dejado las armas?IVÁN MÁRQUEZ: Significa que estamos cumpliendo la palabra empeñada, lo pactado. Es el mensaje contundente y serio de la transformación de las Farc en un partido político. Ahora esperamos que el gobierno también cumpla sus compromisos.En Portada: Por qué la apatíaSEMANA: ¿Sienten que les están incumpliendo?I.M.: Vengo de recorrer varias zonas de transición y puedo decir que los guerrilleros esperan que el gobierno pase de las promesas, de lo que está escrito, a los hechos. Necesitamos hechos en asuntos tan centrales como la seguridad jurídica, física y socioeconómica. La Ley de Amnistía, después de seis meses, no encuentra el camino de su aplicación plena. Esto es grave porque no da la confianza necesaria entre los guerrilleros. Sin embargo, a pesar de las dificultades nosotros creemos que el presidente va a cumplir su palabra, que no va a cambiarle una coma al acuerdo y que está comprometido con el proceso de paz. SEMANA: Jesús Santrich está en huelga de hambre por la amnistía, ¿tiene su respaldo?I.M.: Yo respaldo lo que ha hecho Jesús Santrich. Él está asumiendo una actitud valiente en solidaridad con los presos que deberían estar libres por una amnistía que se aprobó hace seis meses. ¿Quién responde por esta denegación de justicia? ¿El Consejo Superior de la Judicatura? ¿Los jueces de ejecución de penas? Puede leer: El proyecto político de las FarcSEMANA: ¿Teme que ocurra lo mismo con la Justicia Especial para la Paz?I.M.: Hay quienes han enfilado baterías contra la JEP y si logran sus propósitos, estaríamos ante un fracaso de este esfuerzo de paz que ha tomado cinco años. Personas como el fiscal general están todo el tiempo intentando entorpecer la buena marcha de la implementación. También algunos elementos de la Corte Constitucional que creen que se puede meter la mano a los acuerdos. Lo que está firmado es un tratado que se debe cumplir. Está depositado en Ginebra y en la Organización de las Naciones Unidas en la forma de una declaración unilateral del Estado que se comprometió a cumplir el acuerdo."Hay quienes han enfilado baterías contra la JEP y si logran sus propósitos, estaríamos ante un fracaso de este esfuerzo de paz que ha tomado cinco años".SEMANA: Pero ustedes entienden que en Colombia hay división de poderes…I.M.: Claro. Pero nosotros hemos negociado en La Habana con el gobierno a nombre del Estado y hay un mandato constitucional que habla de la colaboración entre los poderes. SEMANA: Y los otros puntos del acuerdo, ¿creen que se cumplirán? I.M.: Estamos seguros de que después de ver que nosotros hemos cumplido, el gobierno va a cumplir. Además, antes del 10 de julio debe empezar a funcionar, de manera gradual, la segunda misión de la ONU que justamente garantizará que se honren los compromisos en materia de reincorporación y de garantías de seguridad para los excombatientes y los territorios. La primera misión verificó el cese del fuego y de hostilidades y la dejación de armas, por lo tanto, estuvo enfocada sobre todo en las Farc. Ahora hay que mover el foco y alumbrar lo que está haciendo el gobierno. SEMANA: ¿Temen que los maten? I.M.: Tenemos ciertas amenazas contra nuestras vidas, información que ya le hemos trasladado al gobierno. SEMANA:¿Es cierto que estan pagando un millón de dólares para que atenten contra ustedes?I.M.: No hablaré de este tema, pero hay amenazas de ese tenor.Le recomendamos: Santrich toca la puerta de la Corte para revivir el ‘fast track‘SEMANA: ¿Creen que son paramilitares?I.M.: Hay sectores de ultraderecha que quieren ver fracasar este esfuerzo por la paz. Por eso es tan importante definir todas las garantías de seguridad física. Sin embargo, se nos ha atravesado el fiscal general, que ha impedido que empiece a funcionar la unidad de lucha contra el paramilitarismo."Hay sectores de ultraderecha que quieren ver fracasar este esfuerzo por la paz".SEMANA: ¿Por qué?I.M.: Él le quiere quitar la autonomía. Pero la unidad es subsidiaria. Actúa solo si la Fiscalía no lo hace. Y la Fiscalía no está actuando. El propio fiscal reconoce que hay 15.000 compulsas de copias a terceros que provienen de los procesos de los paramilitares. Eso nos hace sospechar que se quiere beneficiar a terceros. SEMANA: ¿Qué garantías dan ustedes de que las armas entregadas son todas?I.M.: Esa garantía está en los protocolos. No creo que haya gente que dude del profesionalismo del Consejo de Seguridad de la ONU. La verificación es un hecho contundente y hay personas involucradas en ella como los expresidentes Pepe Mujica y Felipe González. SEMANA: ¿Cuántos guerrilleros y milicianos quedaron por fuera del proceso?I.M.: Las Farc están todas en este proceso, con la excepción que ya conoce el país de una disidencia. A esos mandos no nos cansamos de llamarlos a la reflexión para que no tomen la senda equivocada.SEMANA: ¿Qué sigue para los excombatientes de las Farc en las zonas transitorias?I.M.: Lo ideal es que las zonas transitorias sean la base para asignar tierra a los antiguos combatientes, que ahora son campesinos, para que junto a las comunidades se trabaje para generar un nuevo clima de reconciliación en el país. Pero en lo de tierras hay un problema serio. Teniendo claro que eso está en el centro del conflicto, todavía hay quienes dicen que no hay tierra para los campesinos. Algunos terratenientes hablan por boca de los ministros cuando afirman que no habrá ni un centímetro para los excombatientes de las Farc. Los proyectos de reincorporación no crecen en el aire. ¿Será que nos tocará volver al programa agrario de 1965, a pelear por un pedazo de tierra? Imposible.Le sugerimos: Así funcionarán los negocios lícitos de las FarcSEMANA: Tampoco hay ambiente en el Congreso para aprobar las leyes que faltan vía ‘fast track’. I.M.: Nosotros aspiramos a que no se vaya a cambiar el texto acordado. Los acuerdos son para cumplirlos. El Congreso refrendó el acuerdo y aprobó una norma que dice que los gobiernos futuros no pueden cambiar lo acordado. Ahora, sí estamos frente al inconveniente de la campaña electoral que puede distraer la atención de algunos congresistas que se van a concentrar en sus intereses políticos regionales y personales. SEMANA: ¿Cuál es el proyecto político de las Farc?I.M.: Puedo decirle que queremos hacer un partido amplio, incluyente, que sea un aporte para crear un ambiente distinto. Un partido que se preocupe por la implementación del acuerdo, porque este siente las bases de la paz que podrán disfrutar las generaciones del futuro. SEMANA: ¿Cómo será la campaña de las Farc para las elecciones de marzo al Congreso?l.M.: Todavía no hemos diseñado una estrategia. En el congreso constitutivo de agosto definiremos tanto el carácter del nuevo partido como su visión de país y la estrategia electoral. Lo que puedo decirle es que habrá una visión moderna, en la que primen la justicia social, la vida digna para todos, y donde la implementación de los acuerdos sea la base para construir el edificio de la paz. Hay que buscar un entendimiento con muchos sectores del país. Vamos a concitar un gran apoyo alrededor de la paz.También le sugerimos: La zozobra ronda a los presos de las FarcSEMANA: Muchos candidatos piensan que ustedes son criptonita. ¿Qué aliados encontrarán?I.M.: Desde La Habana mucho se dijo, que la gente no nos quería y qué va. Donde vamos encontramos grandes muestras de amor de la gente. Gente que nos felicita y nos anima a que continuemos por esta senda, que es la correcta. SEMANA:Hay temores de que ustedes escondan recursos y luego los usen en elecciones…I.M.: Eso es un mito. Hay que entender cómo funcionó la economía de guerra. Se buscaron recursos para financiar el alzamiento armado. Nosotros nos propusimos conseguir 240 millones de dólares para financiar el plan estratégico que preveía la toma del poder por las armas, pero no lo logramos. Además se debe tener en cuenta que en muchas regiones actuamos como Estado y construimos puentes, carreteras, escuelas. Piense lo que cuesta cada guerrillero con sus armas, con sus uniformes. Es hora de que el país empiece a desinflar ese globo que lanzó el fiscal.Lea la entrevista con el presidente SantosSEMANA: ¿Qué es eso del gobierno de transición?I.M.: Creemos que es posible llegar a una convergencia de fuerzas de gente que quiere que se cumplan los acuerdos y tengamos paz. Un gobierno que sea capaz de sacar adelante las transformaciones que por tantos años ha querido la gente. SEMANA: Timochenko dijo que ahora ustedes eran EP: Esperanza del Pueblo. ¿Es este el nuevo nombre de las Farc?I.M.: Eso lo definirá el congreso, pero lo que sí es cierto es que aquí sí está naciendo la esperanza. La gente que vive en las catatumbas de la exclusión está teniendo una luz de esperanza.