La posible muerte de Iván Márquez marcaría el golpe más fuerte a las disidencias de las Farc, que se rearmaron luego de la firma del proceso que negoció en La Habana, Cuba.
Desde que retomó la ilegalidad, Iván Márquez, Jesús Santrich, Romaña y El Paisa, los más sanguinarios de la entonces guerrilla de las Farc, se escondieron en territorio venezolano, bajo el auspicio del gobierno de Nicolás Maduro, según el gobierno del presidente Iván Duque.
Desde allí, pretendía Márquez y su combo manejar todo lo relacionado al negocio del narcotráfico, minería ilegal, contactos con carteles de droga, entre otras actividades criminales.
La Segunda Marquetalia, como decidió llamar a su nuevo grupo, tenía el propósito de reciclar a antiguos miembros de la guerrilla que estuvieran inconformes con el proceso de paz. Márquez y su combo aparecieron en varios videos armados hasta los dientes, como se dice popularmente, nuevamente estaban desafiando al Estado colombiano, como cuando lo hacían estando activos en la guerrilla de las Farc, donde cometieron secuestros, masacres, extorsiones, y demás crímenes de lesa humanidad.
En territorio venezolano, este grupo del que además forman parte el Zarco Aldinever y Walter Mendoza, se creía intocable, pero poco a poco fueron cayendo. Fuentes humanas en Venezuela comenzaron a confirmar la muerte uno a uno. Jesus Santrich, El Paisa y Romaña, quienes se creían invencibles, murieron.
Con los pasos de la muerte a su sombra, Márquez intentó huir hacia Cuba, país que en tiempos de diálogos de paz fue su mejor vividero, pero en esta ocasión no lograba su propósito. No confiaba en nadie, temía que lo traicionaran, como sucedió con sus aliados.
Márquez sabía que podía correr la misma suerte. Extremó sus medidas de seguridad, cambió sus hábitos y buscó alianzas con organizaciones criminales. Así lo muestran las agencias de seguridad colombianas, que nunca le perdieron el rastro, pues era considerado nuevamente un objetivo de alto valor que había que neutralizar.
Durante el fin de semana pasado, cuando se conoció sobre la posible muerte de Márquez, SEMANA habló con un hombre de inteligencia que estaba en el caso y quien reveló que personas cercanas a él estaban siendo interceptadas. Que, incluso, sabían que en los próximos días le iba a llegar una encomienda a Márquez en Venezuela. ¿Qué tipo de encomienda?, la fuente se reservó los detalles al haber un proceso judicial en curso.
Lo que si reveló la fuente a este medio de comunicación es que la alerta para ellos se prendió, cuando comenzaron a escuchar en las llamadas gente llorando, caos y un gran alboroto entre los conocidos de Márquez por su posible asesinato. Intercambiaban mensajes en lenguaje cifrado, ese lenguaje que han logrado develar las autoridades colombianas a lo largo de su lucha contra las Farc. Luego vino un silencio prolongado, hecho que caracteriza a la Farc cuando se da una situación de esta clase.
Los mejores hombres de inteligencia estaban asignados a la neutralización de Márquez, además de hombres que durante décadas le han seguido el rastro a los grandes cabecillas de la guerrilla y que saben muy bien cómo se contactan, por qué medios y de qué manera.
La experticia de estos uniformados los llevó a concluir que Márquez posiblemente fue asesinado, como le ocurrió a los demás integrantes de su organización narcotraficante. Ahora el paso siguiente para las agencias nacionales es descubrir cuáles fueron los motivos para su crimen, quién lo cometió y por qué. Buscarán determinar si hubo unas circunstancias similares a las ocurridas en los casos de sus secuaces, donde hubo de por medio vendettas entre delincuentes.
Por lo pronto, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, que tropas del Ejército venezolano se movieron al punto donde posiblemente fue asesinado Iván Márquez, en donde buscan confirmar o desvirtuar el fallecimiento del considerado #2 de la guerrilla.