Jaime Nastacuas, según su cuenta de X, fue consejero de comunicaciones y consejero del Secretario General de la Unidad Indígena del Pueblo Awá (Unipa), y ahora es el protagonista de un escándalo que involucra a su esquema de protección asignado por la UNP, millones de pesos en efectivo y la fuga de un retén militar en el departamento de Nariño.
El caso se habría presentado durante la noche del jueves 8 de agosto, cuando el líder indígena iba movilizándose en el vehículo que le tiene asignado la Unidad Nacional de Protección (UNP) por el sector de El Diviso y Barbacoas, en el suroccidente colombiano.
Por ese sector, el Ejército Nacional instaló un puesto de control que al ver el carro en el que se movilizaba Nastacuas, lo requirieron para hacerle la verificación pertinente que se hace en ese tipo de retenes. Sin embargo, la situación terminó en un escándalo que hasta ahora no deja ningún tipo de respuestas por parte del involucrado.
La Unidad Nacional de Protección, a través de su cuenta de X, indicó que “tanto el protegido como la comunidad de Awa La Turbia, se opusieron al control. La autoridad indaga por la procedencia y tenencia de $ 230 millones (Aprox.) que eran transportados en el vehículo. Fiscalía de Tumaco se apersona del asunto”.
En un comunicado, las Fuerzas Militares informaron que el control lo venía realizando el Plan de Campaña Ayacucho junto a integrantes de la Fuerza de Tarea Hércules, y al pedirle al gobernador indígena del resguardo Awá La Turbia, Jaime Nascuas, que acompañara a las tropas para que explicara la procedencia del dinero, se habría formado una asonada contra los uniformados.
“Es allí cuando ocupantes comienzan a oponerse al procedimiento y, mediante llamadas telefónicas, convocan a pobladores de la región para realizar una asonada e impedir que se adelante el procedimiento legal”, dice el comunicado de las Fuerzas Militares.
Después de esos contactos por teléfono, llegaron varias personas que sabotearon el procedimiento de las tropas y permitieron que el gobernador indígena se fugara con el dinero, pero además bloquearon la vía nacional número 10, impidiendo la reacción de las tropas para capturar a Jaime Nastacuas y a quienes iban a bordo del vehículo asignado por la UNP.
Frente a esa situación, desde la Fuerza de Tarea Hércules comunicaron que los hechos se pusieron “en conocimiento de la Fiscalía del municipio de Tumaco, para que se adelanten y realicen los respectivos procedimientos por el delito de obstrucción a la justicia, tipificado en el código penal Colombiano ART 309″ informó el Ejercito.
Hasta el momento ni el líder indígena ni el resguardo que gobierna se han pronunciado frente a esta situación que vuelve a dejar en evidencia el grave problema que está teniendo la fuerza pública para operar en Colombia. Hace tan solo dos días, un grupo de 100 militares de la Fuerza de Tarea Omega fue secuestrado por un movimiento campesino en San José del Guaviare, impidiéndoles su trabajo operativo en la zona.
Aunque los uniformados realizaban patrullajes en la zona para enfrentar las denuncias de la propia comunidad sobre extorsiones, secuestros y amenazas de las disidencias de las Farc al mando de alias ‘Calarca’, las mismas comunidades intimidadas por esos grupos armados ilegales impidieron la operación de los solados en la zona.