El odontólogo que le estaba realizando el diseño de sonrisa a la hoy prófuga Aida Merlano, y que atiende el proceso en su contra sin medida de aseguramiento, ha abandonado el silencio y ha salido a defenderse en un caso donde —dice— los medios de comunicación ya lo daban por culpable. En entrevista con Blu Radio, Javier Cely aseguró que llevaba trabajando en la clínica odontológica un mes y medio y que el consultorio no era de su propiedad; además, aclaró que es una unidad de atención abierta en la que se hacen diseños de sonrisa, procesos de salud oral y hasta cirugías de cordales, “yo en la semana ocupaba ese consultorio dos o tres días, dependiendo de lo que la clínica me avisara y de lo que tenía para valorar”.

Pese a las extrañas circunstancias en las que fue atendida Merlano, pues el país ha podido ver que fue una consulta en extremo extensa, que había una soga escondida en el consultorio, que la excongresista se cambió de ropa, que la acompañaban sus familiares y que el mismo odontólogo la abrazó cuando se despedía, este aseguró que nunca vio nada raro e insistió en que siempre estuvo atento a su trabajo. “Para mí (Aida Merlano) era una paciente más que necesitaba un diseño… es como cualquier paciente… Yo no vi absolutamente nada, estaba concentrado en mi trabajo”, dijo el odontólogo, que aclaro que en algunos momentos salía del espacio en el que estaba la paciente para atender otros casos que se encontraban en la misma unidad médica.

“Yo la atendí dos veces. Esta fue una cita de 3 horas y media… el diseño de sonrisa tiene que ser muy claro, específico, milimétrico, que a mí una carilla se me mueva un poquitico me daña todo un diseño, tengo que hacer muchos pasos y demorarme para que eso quede perfecto”, dijo Cely, y agregó que en ningún momento escuchó conversación extraña alguna: “Si yo estoy atendiendo a una persona, la persona está con la boca abierta… yo no escuché nada extraño ni nada raro”. Cely también aclaró que suele abrazar a sus pacientes, como lo hizo con la prófuga. 

Como parte de la historia, Cely confesó que recibió la noticia de la fuga de Merlano cuando se dirigía a una reunión que inmediatamente canceló para presentarse en el sitio de los hechos, “yo hice una carta en la que le decía a la justicia que estaba presto a colaborar”.   Minutos antes de la entrevista con Blu, el odontólogo había hablado con La W Radio, donde dijo: “Yo no me di cuenta de que ella se cambió de pantalón, no me di cuenta de nada. Se terminó el proceso, Merlano me abrazó y me deseó que Dios me bendijera”. También aseguró que en la primera cita donde atendió a Merlano siempre hubo un funcionario del Inpec sentado a su lado, pero que en este último tratamiento la dragoneante se negó a entrar.