Este miércoles, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) anunció que imputará cargos a seis exintegrantes del Secretariado de las Farc por reclutamiento infantil durante el conflicto armado interno.
El caso se enmarca en casos de reclutamiento y utilización de niños y niñas; así como por otros crímenes de guerra en su contra en el contexto de la vida intrafilas, incluidos malos tratos, tortura, homicidio y violencias sexuales, reproductivas y por prejuicio.
La Sala citó a reconocer responsabilidades a Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko; Jaime Alberto Parra Rodríguez; Milton de Jesús Toncel Redondo; Pablo Catatumbo Torres; Pastor Lisandro Alape, y al actual senador del Partido Comunes, Julián Gallo Cubillos.
En la imputación en cuestión, según detalló la magistrada de la Sala de Reconocimiento de Verdad, Lily Andrea Rueda, se vinculó a los excomandantes de las Farc por su mando dentro de la organización subversiva.
“Como integrantes del último Secretariado tuvieron la tarea de guiar la implementación de esas políticas en toda la organización”, advirtió la magistrada. “Conocieron directamente el curso de los hechos determinados y no tomaron las medidas requeridas para prevenir, contener y sancionar los crímenes de guerra”.
En otro de los apartes de la imputación se advirtió claramente que estos reclutamientos tenían como fin aumentar el número de integrantes en los diferentes bloques guerrilleros. Todo esto bajo la anuencia y el conocimiento de los integrantes del Secretariado.
“Fue un fenómeno sistemático, no aislado ni esporádico”, concluyó la Sala tras escuchar un centenar de víctimas y verificar varios informes sobre el reclutamiento de menores por parte de las Farc.
La magistrada Rueda explicó, en rueda de prensa, que pese a que existían tratados internacionales que prohibían este tipo de conductas, los comandantes de las Farc continuaron con esta práctica en todo el territorio nacional.
“El componente ideológico y rebelde de las antiguas Farc-EP motivó su objetivo de tomar el poder político por las armas e impulsó la búsqueda constante de nuevos integrantes para soportar la confrontación que sostenía con el Estado y otros actores irregulares”, advirtió la magistrada de la Sala de Reconocimiento.
En medio de la recolección de datos para este caso 07, la Sala encontró varios factores que rodearon este reclutamiento y los actos de malos tratos, torturas, violencia física y sexual.
“La Sala encontró que se trata de un fenómeno complejo y multicasual, que incluye circunstancias de los contextos rurales, de pobreza y de ausencia estatal de donde se ejerció esta violencia, así como de la estructura y objetivos de la organización rebelde”, sostuvo la magistrada en rueda de prensa.
Desde el Secretariado de las Farc se enviaban mensajes para continuar con el reclutamiento de los menores, incluidos menores de 15 años. Esta existencia de política deja ver la responsabilidad de los comandantes guerrilleros.
“La Sala determinó que los mecanismos para someter a las víctimas incluyeron el abuso de poder ejercido principalmente por mandos superiores, junto con el uso de fuerza física y amenazas sobre el uso de violencia”, relató la magistrada.
La recolección de evidencia permitió establecer patrones de violencia contra los menores de edad que fueron reclutados bajo la anuencia de los comandantes guerrilleros.
“Los niños y niñas con orientación sexual, identidad o expresión de género diversas sufrieron fusilamientos, amenazas de muerte, sanciones correctivas, violencia sexual correctiva y otros tratos crueles que incluyeron la obligación de ocultar su identidad o diversidad sexual o de género”, señaló la Sala de Reconocimiento.
El reclutamiento de menores en la guerrilla
La JEP determinó que entre los años de 1971 y 2016 cerca de 18.677 niños y niñas fueron reclutados por este grupo subversivo. “Con una mayor recurrencia de hechos entre 1996 y 2016 y picos en 1999, 2002, 2007 y 2013″.
En varias regiones del país, la guerrilla de las Farc reclutó a niños de comunidades indígenas. “La Sala determinó que el reclutamiento y utilización de niñas y niños pertenecientes a pueblos indígenas agravó el riesgo de extinción física y cultural de estos pueblos”.
Los informes indicaron que los comandantes de las Farc se “sirvieron de la vulnerabilidad histórica de estas comunidades, causada por el racismo y la desprotección estatal, para llegar a territorios con ayuda o mediante la imposición de normas sociales y territoriales y afectando las tradiciones y la estructura del gobierno propio”.