En febrero pasado se cumplieron 20 años desde que los paramilitres al mando de Salvatore Mancuso y Jorge 40 llegaron a la población de El Salado en Bolívar, llamaron a sus pobladores hasta una cancha de fútbol y empezaron lo que el Centro de Memoria Histórica catalogó como el “espectáculo del horror”. Justo la JEP, a través de la Sección de Ausencia de Reconocimiento, inició el trámite de medidas cautelares sobre el cementerio ubicado en el corregimiento de El Salado, del Carmen de Bolívar, ante la evidente exposición de estructuras óseas de personas que presuntamente fueron desaparecidas durante la masacre de El Salado (2000).

El caso se ha venido adelantando luego de que la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ) hiciera la solicitud a la JEP, al tiempo que le remitió una serie de videos que dan cuenta de las afectaciones en tumbas y exposición de cuerpos de presuntas víctimas. Al proceso fue vinculada la Alcaldía de El Carmen de Bolívar (Bolívar) y se le ordenó hacer encerramiento de las tumbas alteradas en máximo 20 días.

Así mismo, la JEP le solicitó a esa Alcaldía y a la Fiscalía explicar qué acciones habían adelantado para proteger ese lugar. Se espera que los cuerpos sean entregados a la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) una vez pase la emergencia generada por el coronavirus y que personal del Grupo de Apoyo Técnico Forense de la UIA pueda desplazarse hasta El Salado e inspeccionar el cementerio y recuperar los restos óseos.   Fiesta de sangre: así fue la masacre de El Salado

Luego de que la UBPD realice la respectiva identificación de los cuerpos, se espera que puedan ser entregados de “manera digna a sus familias”, explicó la JEP. La masacre de El Salado ocurrida entre el 16 y 21 de febrero de 2000, dejó como saldo 66 personas muertas a manos de alrededor de 450 paramillares quienes los torturaron y asesinaron, además de generar un múltiple desplazamiento de la población que sobrevivió al ataque.