Es casi imposible que pase desapercibido, no solo porque siempre viste de pañoleta en el cuello, camisa por fuera del pantalón, sino también por su objeto más característico: unas gafas oscuras que usa para su ceguera parcial. Este miércoles se registró como cualquier ciudadano más que quiere ingresar al Capitolio. Las plenarias del Senado y Cámara estaban con su programación legislativa habitual y, como suele suceder cuando se realizan, decenas de personas caminan por los pasillos del Congreso.  En medio de las miradas, él caminaba con evidente tranquilidad, pues sabía que era el centro de atención. Así llegó hasta el segundo piso e ingresó al Salón de la Constitución. Pero su presencia se había regado como pólvora. “¿Qué hace Jesús Santrich al lado de Andrés París en el Congreso?”, se preguntaba más de un sorprendido. La intervención de Seusis Pausias Hernández (Santrich) fue a través de “una prosa de amor” para la homenajeada del día: la exministra Clara López. “Te encontré al sur del día como saliendo de la angustia de los huracanes/ estabas entre palmeras y Gaviotas taínas en las coordenadas de un sol con arreboles/ en aquel momento el ocaso se desnudó frente a mis ojos y el mar me dio la bienvenida con el abrazo abismal de su azul profundo salitroso, en el que la luna sumerge su lumbre argentada y la brisa susurra entre náufragos sortilegios”. Puede leer: Prohíben que líderes de Farc y ELN ingresen al recinto del Congreso Mientras el salón se vestía de arengas feministas y poemas para enaltecer la imagen de la mujer, la polémica se iba esparciendo por entre los salones del Congreso, pues ya había un antecedente. Para el último día del Congreso Nacional de Paz, que se realizó el 29 de abril, un grupo de congresistas, encabezados por la representante Ángela Robledo y el senador Iván Cepeda, invitaron a Iván Márquez, de las Farc, y a Juan Carlos Cuéllar, del ELN, pero ellos no lograron pisar un baldosín del Capitolio porque los presidentes del Senado, Mauricio Lizcano, y de Cámara, Miguel Ángel Pinto, les prohibieron la entrada, no sin antes haber desatado un aguacero de críticas Mientras los organizadores reclamaban que tenían derecho a asistir -ya que había sido aprobado el acto legislativo de participación política- otros consideran que es hasta su desarme. En todo caso, razones parecidas adujeron este miércoles algunos congresistas mientras Santrich y París se paseaban por el Congreso. Lizcano volvió a pedir coherencia frente a la presencia de guerrilleros en esa corporación. “En la Cámara y Senado no vamos a autorizar la presencia de las Farc hasta que no entreguen las armas y pido a la Comisión del Acuerdo determinar el funcionamiento de la entrada de guerrilleros a diferentes entidades. Con sus escoltas se van metiendo como si fueran dueños del Congreso”. Le recomendamos leer: La plenaria de las FARC, a pocos pasos del capitolio María del Rosario Guerra, senadora uribista, también se sumó a esas voces de rechazo y calificó de inaceptable esa presencia, todo lo contrario a lo que dijo Ángela Robledo, quien la describió como natural: “Es la esencia del proceso de paz, sino ¿cómo nos vamos a reconciliar?”. “Lizcano no puede seguirle prohibiendo a la gente entrar al Congreso”, agregó la congresista.

Es por eso que la presencia de los jefes guerrilleros era tan emblemática, porque si bien ya Victoria Sandino había ingresado al Capitolio invitada por un grupo de mujeres congresistas, en el Día de la mujer, la de este miércoles se conviritó en la primera entrada oficial de dos jefes guerrilleros. ¿Quién los invitó? Sectores de izquierda se reunieron en el Salón de la Constitución convocados por la filósofa y política Lilia Solano, miembro de Un millón de mujeres de paz, con el fin de homenajear a la líder de izquierda Clara López, quien asistió con su esposo Carlos Romero. Más que homenaje fue un evento político en el que Clara habló de su propuesta de gobierno para el 2018, mientras 120 personas, la gran mayoría mujeres, alzaban su imagen con halagos. Jesús Santrich y Andrés París llegaron invitados por Solano. Ella había sido la editora de la pieza Una prosa de amor para ella, que presentó en la pasada Feria del Libro. Un texto dedicado a La Habana. La banda presidencial fue la encargada de abrir el evento con el himno nacional mezclando lo institucional con lo alternativo. Luego, mientras otro grupo musical ambientaba los susurros en el salón, vino la presentación oficial del evento por parte de Solano, también habló el secretario del Senado, Gregorio Eljach, y de él siguieron las intervenciones de varias sindicalistas, jóvenes y maestros. El saludo de Clara López fue corto y agradeció las palabras que le entregaron los diferentes líderes. De ahí siguió Santrich con su poema que leyó por pocos minutos y acto seguido se retiró junto con Andrés París. Clara ha dicho públicamente que quiere encabezar una coalición de sectores que respalden el proceso de paz y lo defiendan de los que lo quieren “hacer trizas”. Cuando las Farc se preparan para realizar su gran asamblea en agosto próximo que definirá su futuro político, empiezan a buscar campos en sectores pro acuerdo, como podría ser el de Clara. Por eso, su presencia en eventos como este, con claro tinte políticoelectoral, podría tener más sentido del que se cree.