Era la final de la Copa Libertadores de América de 2004. En el estadio de Manizales, John Viáfara le marcó un gol de antología al poderoso Boca Juniors de Carlos Bianchi. Era el momento de la gloria. Viáfara estaba en lo más alto de su carrera como futbolista. Ya se hablaba del interés de varios equipos de llevárselo a Europa.
Los años pasaron. Y luego vino el infierno. Según la acusación, John Viáfara, quien conoció la gloria en el fútbol cuando condujo al Once Caldas al título de la Libertadores, terminó convertido en un eslabón de una estructura que traficaba grandes cantidades de cocaína. Eso es lo que dicen los investigadores de la Policía que estuvieron a cargo de la Operación Gedeón, en la que fue capturado en marzo. Fue más de un año de investigaciones para descubrir la red. En esta se identificaron a cinco miembros, todos requeridos en extradición por una corte del estado de Texas. Los lideraba alias La Vaca. Viáfara, con el alias de "futbolista", estaba en la segunda línea, junto a Don José, Pelusa y Primito mi señor. La Policía asegura que la banda mandaba la droga por mar y por aire, utilizando pistas clandestinas. Solo entre 2017 y 2018, les habrían incautado 2,5 toneladas.
La Corte Suprema de Justicia decidió dar vía libre a la extradición del exfutbolista, quien es acusado por una corte del Estado de Texas de pertenecer a una organización criminal dedicada al envío de cocaína desde Suramérica y Centroamérica a los Estados Unidos. La organización, que operaba desde 2008, utilizaba embarcaciones marítimas y vehículos motorizados para transportar grandes cantidades de estupefacientes desde Colombia a Centroamérica. El pasado 31 de julio Viáfara había solicitado a la Corte Suprema de Justicia acelerar su proceso de extradición. De esta forma, mediante solicitud presentada por medio de su abogado, el exjugador del Once Caldas aceptó acogerse al trámite de extradición simplificada, renunciando a ejercer acciones legales ante la Corte para evitar su extradición. Es por esto que la corte, luego de tener en cuenta la solicitud de Viáfara, decidió dar vía libre a su extradición, para que el exfutbolista responda ante la Corte de Texas por las acusaciones en su contra. Los cargos De acuerdo con la justifcia norteamericana, Viáfara actuaba en la organización con los alias de el “futbolista”, “goleador” y “Makelele”. Su trabajo consistía en coordinar la fabricación de Cocaína en Colombia y su distribución hacia distintos países de Centroamérica, desde donde era enviada a los Estados Unidos. Según las investigaciones, Viáfara era el encargado de los pagos a quienes transportaban la cocaína en lanchas go fast y aeronaves. También habría coordinado una ruta por el Pacífico hacia México, y mantenía contactos en Apartadó y Turbo para enviar droga a Centroamérica. La banda tendría también contactos con el Cartel de Sinaloa, compradores de la droga. Así mismo, se habrían dedicado a comprar bienes raíces en Bogotá, Medellín y Cali, para ocultar las ganancias de sus negocios ilegales. Este no sería el primer escándalo del futbolista, ya que en el pasado estuvo en el reflector de la justicia y los medios por un accidente automovilístico, al parecer en estado de embriaguez. El exdeportista vistió la camiseta de la selección de fútbol de mayores, e incluso se le recuerda por marcar un gol de media distancia en la final de la Copa Libertadores, cuando se coronó campeón con el Once Caldas en 2004.
En concreto, las autoridades le imputan el envío de varios kilos cocaína a ese país en 2017. Precisamente el 13 de julio de 2017, la Policía Nacional y la DEA incautaron 852 kilogramos de cocaína que estaban almacenados en un hangar del aeropuerto de Quibdó. Luego, por medio de interceptaciones telefónicas, las autoridades establecer que este cargamento era propiedad de la organización criminal de la cual el ex jugador del Once Caldas hacía parte, y su destino era una pista clandestina en Costa Rica desde donde sería enviado al norte.